viernes, 20 de marzo de 2009

COSTUMBRES Y ANECDOTAS

Nunca es bueno generalizar, pero para poder hacer notar la idiosincrasia de una mayoria,, no nos queda otro remedio. El lector siempre es inteligente y sabe que en todo hay excepciones, pero si conoce al que escribe y sabe que siempre procura ajustarse a la verdad, tiene el privilegio de saber que se encuentra ante un hecho cierto. Aquí en Colombia, Dios está presente en cualquier clase de relación, bien sea social, comercial o puramente circunstancial. No hay inicio de conversación ya sea directa o telefonica en que no se comience indefectiblemente con un cordial saludo, preguntando como nos ha ido y como andamos de salud y es raro que al contestar a lo requerido no se acompañe la frase mas o menos "con la ayuda de mi Dios. Es una falta de cortesia despues del interés mostrado por una de las partes que la otra deje de hacer preguntas similares y en las contestaciones bien al principio o al final es raro que no se mencione a Dios, pudiendo ser este intercambio de saludos mas largo que la conversación misma, por lo que a veces me desespero.
Otro lugar en el que está visible la palabra Dios es en los carros, (coche en nuestras latitudes), la frase "Dios es Amor" es raro que no aparezca en el cristal trasero de cualquier vehiculo, o alguna otra que le haga alusión; yo la he visto incluso en lo que aquí se conoce como "carro mulero" que en su nombre ya lleva la definición, aunque en estos, la frase vá pintada en alguna de sus tablas laterales o posteriores. Al pasar por la puerta de cualquier iglesia, bien sea a pie, en el autobus o en tu propio carro, un porcentaje altisimo de personas se santigua. Esa costumbre tambien la veia en mi juventud en España pero se fué perdiendo y creo que ahora solo se vé en alguna anciana o en personas muy devotas.
El tema de la educación tiene una importancia primordial; la escolarización está practicamente generalizada, salvo una minoria, en barrios muy marginados y nunca porque no haya plaza para esos niños sino por la desidia de unos padres irresponsables, para eso y para cualquier otra cosa, de los que por cierto, lamentablemente, tambien tenemos alguna muestra por España, pero ese porcentaje es mínimo ya que os puedo asegurar que en su mayoria, se quitan el pan de la boca para poder pagar los libros y los útiles del colegio, así como los uniformes, porque aquí al colegio se vá uniformado de pies a cabeza, siendo diferente la forma y el color en cada colegio así como los emblemas que lo adornan, siendo un bonito espectaculo ver pasar los autobuses o medios de transporte que se utilizan para llevarlos y traerlos a rebosar de niños y niñas tan pulcros y tan aseados.
Todas estas criaturas tienen que estar preparadas como mucho a las seis de la mañana para no hacer esperar el autobús que hace el servicio de recogida a domicilio y regresan a sus casas a las doce y media aproximadamente, hora que es la habitual para el almuerzo.
No es normal que dejen los estudios sin haber terminado el bachillerato y causa emoción ver que familias que cuentan con lo justo se esfuerzan por que sus hijos pasen a la universidad, teniendo que empeñar sus enseres o ponerse en manos de los prestamistas para poder pagar la matricula, los libros y el semestre que se cobra por adelantado y aún es mas emotivo ver que de esas familias surjen médicos, abogados, ingenieros, arquitectos,.. cuando sus padres y ellos mismos a lo largo de sus estudios han tenido muchos dias que ayunar bien el el almuerzo o en la cena porque no han tenido nada que llevarse a la boca. Puede que lo que digo parezca exagerado, pero es una realidad, no en una minoria sino mas bien en una inmensa mayoria, dandose el caso de que muchos estudiantes tienen a veces que perder un semestre por no haber sido posible conseguir el dinero suficiente para proseguir sus estudios ya que sus padres están todavía endeudados con los préstamos que sirvieron para pagar el semestre anterior. El Estado presta ayudas pero no todos pueden beneficiarse de ellas y aún así son insuficientes para cubrir todos los gastos, de ahí el que muchos a mitad de carrera tienen que abandonar sus estudios, cosa que no ocurre mientras en la casa aún queda algún medio, llegando a vender la casa o el taxi o la maquinaria que les dá el sustento antes que permitir que sus hijos no alcancen la meta que se han impuesto.
El cumpleaños de los hijos es sagrado y hay que festejarlo. Se suele hacer en la puerta de la casa donde se instalan mesas y sillas para los invitados y como nó, unos inmensos altavoces que a todo volumen no dejan de tocar ballenatos, cumbias y todo el repertorio de estas tierras formandose unos ambientes que en la realidad superan las escenas que nos han presentado en algunas películas. Si el cumpleaños es de algún quinceañero o quiceañera entonces se tira la casa por la ventana aunque para ello haya que empeñar el televisor, el frigorifico y la lavadora si es que se tiene, ya que salvo en las casas pudientes este artefacto se alquila por horas, habiendo empresas que se dedican a ello llevandolas y recogiendolas de los domicilios y es costumbre que alguna vecina la alquile por un día y la realquile a las demás vecinas haciendose, en ese día, la colada de toda la calle.
Otra celebración que nunca eluden es la del Niño Dios en la Navidad. Los Reyes Magos aquí no se celebran y es el Niño Dios quien trae los regalos a los niños y os aseguro que dentro de su humildad, no hay niño que no reciba el suyo, encontrandote al día siguiente con la sorpresa que en familias humildisimas los niños aparecen en la calle con hermosisimas bicicletas, patines, muñecas y toda clase de juguetes comprados a costa de "los paga diario" que les prestan un dinero que tendrán que devolver día a día con unos intereses abusivos y cuyo importe restringira sus posibilidades para adquirir articulos de verdadera necesidad. Sé que es una locura, pero me emociona que esos padres realicen esos esfuerzos para ver a sus hijos felices mientras juegan con lo que a ellos termina de arruinar.
Hasta hace unos meses, en los que la autoridad ha impuesto una norma que no se cumple (hecha la ley hecha la trampa); los préstamos se daban con un interés de un 20% mensual. No les parezca extraño, algunos se daban por un interés mucho mas alto. Si la cuantia era importante se hacian a través de una hipoteca y como generalmente no podia atenderse la amortización terminaba perdiendose la propiedad que pasaba a manos de los usureros. Lo mas frecuente son los préstamos de menor cuantia, cien mil pesos generalmente; el equivalente a la cuarta parte de un sueldo normal y lo que en España equivale a unos treinta euros, teniendo al mes que pagar ciento veinte mil pesos y en caso de no poder amortizar se pagan los intereses y otra vez a empezar, quedando todavía agradecidos al préstamista por el chance, pero en casos de fuerza mayor, por enfermedades o para poder pagar deudas acumuladas, o para dar la entrada de un taxi o la maquinaria para ganarse el sustento no queda mas remedio que hipotecar y esto suele ser el principio del fin de la casa que en muchos casos han construido con sus propias manos.
No sé si en alguna entrada he hablado de las relaciones amorosas, creo que algo si les he contado a mis hijos, pero aún a riesgo de ser reiterativo voy a insistir porque no tiene desperdicio: Si un hombre se acerca a una mujer( tengase en cuenta que digo un hombre y no un soltero) y la mujer lo acepta; si el hombre está en buena posición y mantiene a su enamorada no está mal visto, sobretodo si son ostensibles las muestras de su atención, vestidos, zapatos, bisuteria. Tener parado a la puerta un buen coche es signo de distinción. Si le pone casa ya es como si le hubiera tocado la loteria, esté casado o no, ya que lo normal es que el amante la saque de vez en cuando y la ayude economicamente con cantidades no superiores a lo que en España pueden ser quince o veinte euros semanales. En un caso así ya es un buenisimo partido, pero lo que le confiere todos los derechos es que le compre los muebles de la habitación, pudiendo acudir a dormir con ella cuando le apetezca aunque esos muebles estén instalados en la habitación que ella tiene en la casa de sus padres. Si las visitas a la casa de sus supuestos suegros se hace reiterativa y los contactos se realizan sobre una cama no comprada por el marido, (que así se llama a los galanteadores), pronto empezaran los comentarios. Si le compran la cama y despues de preñarla la abandona dejandole la cama, "por algún motivo será", pero si previamente no habias comprado la cama eres un canalla. Por eso es facil encontrar cantidad de jovenes de no mas de veinte años con tres o cuatro criaturas, con camas nuevas en casi todos los cuartos de sus padres pero sin ningún padre para sus hijos.
Aquí suele ocurrir que estén muy atentos a lo que dices, pero nadie te escucha: eso puedes comprobarlo dejando de hablar a mitad de una frase como si ya la hubieras terminado y seguro que asentiran a lo a que no has dicho porque en realidad no han escuchado nada. Voy a terminar contando una anecdota que como botón de muestra puede servir, aunque es una entre un millón: Habia un taxista que hacia el servicio en uno de los hoteles en que me instalé al principio de mi estancia por estos lares y normalmente lo contrataba en mis salidas. Hablaba por los codos pero de vez en cuando me daba entrada y en una de ellas me preguntó Sr. Juan en España Vd. ¿con quien vivia?, me gustó la pregunta porque con ella podia revivir bellos recuerdos y empecé un monologo en el que le di pelos y señales de la mi nunca bien ponderada esposa, de mis hijos, de sus trabajos de sus cualidades, de mis nietos, de sus nombres, de sus edades, en fin media hora mas o menos sin interrupción, un verdadero milagro con aquel tipo tan hablador. Terminada mi disertación y un poco avergonzado por haber mantenido la palabra por tanto tiempo quedé en silencio, con la irritante sorpresa de que su siguiente pregunta fuera "Sr. Juan, ¿Vd. tiene familia?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es una muy buena "estampa" narrada de cómo es a vida por allí y la verdad es que se pueden apreciar grandes diferencias, unas a mejor y otras a peor. Una cosa muy buena de los colombianos es el alto concepto que tienen de sí mismos y de su país, tanto que a veces roza la arrogancia y dan ganas de decirles: "entonces...¿Por qué os vinisteis aquí y no os quedasteis en vuestro avanzadísimo y magnífico país?, aunque repito que prefiero esa defensa a su propio país que el desprecio mostrado por los españoles hacia el nuestro. FRAN.