sábado, 12 de junio de 2010

PREDICAR EN EL DESIERTO


Emplear esta frase en el siglo XXI parece inaudito.

Hoy, que casi es imposible desconocer la noticia, que todo puede someterse a análisis, que tenemos a nuestro alcance toda la experiencia de 20 siglos y que disponemos prácticamente de los medios que pondrían al descubierto los secretos más ocultos y las insidias más espeluznantes, seguimos indefectiblemente condenados a cometer eternamente los mismos errores, por no querer admitir que nos equivocamos, por no soportar reconocer que cometimos un error, porque nos aterroriza poder comprobar que nuestros enemigos tenían la razón, en suma porque nos humilla que se derrumbe ante nuestros ojos y sobre todo ante los de nuestros enemigos, nuestro Ídolo de Barro.

Pero ¿a quién calificamos como nuestro enemigo?

¿Es nuestro enemigo el que pretende el bien común?, o mejor aún, ¿quién podría concebir que existiese un partido político que no anhelase el bien común?. Podría existir una diferencia en cuanto a la forma de tratar de conseguirlo, pero no creo que nadie pueda concebir que exista un programa político en el que se discrimina a unos u otros por razónes de ideología, y mucho menos que una ideología discrimine en sus programas a todas las ideologías con las que crea que debe discrepar.
Porque, llevadas las cosas a esos extremos, yo preguntaría en qué discrepan unos partidos con otros que no sea en cuestión de prioridades o en la forma de llevar a efecto los programas, porque en cuanto el fin último nadie me discutirá que es el mismo para todos.
Nos irrita que nos discutan que para alcanzar una meta la distancia más corta es la linea recta, pero a veces tenemos que reconocer que para conseguir un mejor impulso es más conveniente retroceder unos pasos de la linea de salida. Tampoco es bueno mantener el mismo ritmo a lo largo de la prueba, hay que saber en qué momento tenemos que emplearnos a fondo.

En todo esto podemos discrepar, podemos discutir y podemos cuestionarnos, pero nunca sentirnos enemigos. Olvidémonos de los estereotipos, no seamos esclavos de los convencionalismos trasnochados que tanto se afanan en alimentar los movilizadores de la masa.
No hay un interés empresarial y un interés sindical, solamente hay un interés comun que mejorará por mil razones nuestros intereses particularísimos. ¿Quién duda de que los porcentajes más altos de las personas que se amparan bajo cualquier sigla corresponden a la clase obrera? ¿En qué se diferencia un obrero del P.P. de un obrero del P.C.?
EXPLÍQUENMELO
Salvo en cuestiones puntuales, en las que sabemos exactamente lo que cada partido va a defender, es imposible que todas las medidas dictadas por un partido coincidan con el criterio gereralizado de todos sus integrantes. Siempre habrá discrepancias y siempre habrá descontentos, pero siempre terminarán todos aceptando por razón de disciplina de partido.
¿Quién cree que es imposible que podamos coincidir en muchisimos aspectos , por fuera de esas cuestiones puntuales a las que antes me referia, en las que sabemos exactamente la postura que cada partido va a defender? ¿Acaso no cabe la posibilidad de discrepancia incluso en esas cuestiones puntuales pudiendo ser la suma de todos los criterios coincidentes en unos partidos y otros superior a la obtenida en aras de la disciplina de partido, cuyo resultado no es más que el asesinato de la esencia de la democracia?
Si creemos en la democracia porque pensamos que el criterio de la mayoria es el que debe prevalecer es una incongruencia imponer el si o el no en determinadas cuestiones que por desgracia dejan de imponerse en poquísimas ocasiones, viéndose como lo mas natural el que militantes de un prestigio reconocido sean separados y destituidos por el hecho de dar su verdadera opinión en determinadas circunstancias.
Seamos fieles a nuestros sentimientos y a nuestros criterios y no permitamos que marquen nuestras directrices y hagámoslo pese a quien pese y solo así es posible que algún día podamos realmente estar orgullosos de estar conviviendo en una democracia.

jueves, 3 de junio de 2010

ESTA REFLEXIÓN NO PRETENDE ATACAR A LOS QUE, SIN ODIO, DEFIENDEN CUALQUIER IDEOLOGIA POLÍTICA

Ya veis: después de toda una larguísima guerra, después de tantos mártires, de tantos héroes, de tantos muertos...
Después de una posguerra de privaciones acentuadas por el bloqueo internacional de quienes no quisieron comprender que alguna razón habría para que 29 de las cincuenta provincias españolas, en aquel tiempo, se levantaran en armas contra el despotismo de un gobierno fratricida.
Después del milagro de una recuperación sin más medios que una voluntad de hierro y una confianza total en quien dirigía nuestros destinos.
Después de que, muy a pesar DE NUESTROS ENEMIGOS, se reconoció en el mundo entero que España era una Nación, donde todos progresamos y todos tuvimos la oportunidad de acceder a la propiedad privada, adquiriendo lo poco o mucho que NI ANTES NI DESPUÉS tuvimos la oportunidad de adquirir.
Después de, en un alarde de hermandad, permitir los vencedores que volvieran los que antes y durante la guerra fueron sus verdugos, huidos de España por temor a unas represalias que POR ALGUNA RAZÓN TEMÍAN.
Después de ampliar esta demostración de buena voluntad permitiendo regresar incluso a los que tenian las manos manchadas de sangre y a flor de piel el odio y el resentimiento como pronto se vería.
Después de permitir la libertad ideológica, de legalizar incluso a los partidos que habían propiciado la contienda, de permitir la entrada en España de Caines como Carrillo, asesino de Paracuellos, y La Pasionaria, responsable política de la muerte de D. José Calvo Sotelo y entusiasta promotora de cientos de paseos que segaron la vida a otros tantos españoles de pro, bajo los auspicios del propio gobierno republicano en la mayoría de los casos y en otros, ACEPTANDOLOS CINICAMENTE CON SU INDIFERENCIA su indiferencia.

Después de todo eso y mucho más..., despreciando la máxima de Cicerón de que "La historia es la maestra de la vida", quisimos un cambio para volver a lo que ya habíamos conocido; quisimos un cambio a sabiendas de que íbamos a volver al mismo purgatorio, sin admitir que el cambio ya lo habíamos hecho a partir del 18 de Julio de 1.936 y era una canallada que todo aquel esfuerzo de titanes no sirviera para nada; sin querer reconocer que si España había crecido y progresado sin la ayuda de nadie y la oposición de todos, no habría ya nada en el mundo que nos parase.

Cuánto nos tendremos que arrepentir de haber vuelto a abrir las puertas a tantos resentidos, que siguen vendiendo al mundo nuestra cruzada como una farsa de ambiciones políticas, SIN CAER EN LA CUENTA DE QUE QUIENES SE LEVANTARON "NO TENÍAN NADA MATERIAL QUE AMBICIONAR Y SI MUCHO, MATERIAL Y ESPIRITUAL QUE PERDER". De abrir la puerta a aquellos resentidos que con la paciencia de la araña esperaron su momento para enredar en su maraña nuestros más sagrados logros, viendo además complacidos como, sin prisas, pero sin pausas, la canalla asesina de la ETA, fue acabando con la vida de cuantos militares, en un momento dado, podían haber vuelto a poner orden en una España en la que el crimen y la extorsión volvían a imperar, en una España en la que el lavado de cerebro se imponía en las calles, en las escuelas, incluso en los programas infantiles de televisión, preguntando a los niños quien fue Franco, (el ahora innombrable), para que los niños, muy bien aleccionados, entre las carcajadas de los mayores contestaran que había sido un hombre muy malo que fusilaba a los que llevaban patillas y barba. ¡Yo he visto programas como el que "con vergüenza ajena" me atrevo a recordar!

Y, como colofón,

DESPUÉS DE TODO LO QUE HE DICHO Y DE LO QUE CALLO, PERO QUE ÍNTIMAMENTE MUCHOS SABEMOS, Y QUE ALGÚN DÍA PÚBLICAMENTE SE SABRÁ, VUELVEN A CAMPEAR POR SUS FUEROS EN ESTA ESPAÑA, UN DÍA RESCATADA, LOS QUE NOS PERSIGUIERON Y NOS ASESINARON OBLIGÁNDONOS A INICIAR UNA GUERRA CIVIL QUE, POR LO VISTO, SÓLO SIRVIÓ PARA DESPUÉS DE VENCERLOS, ACOGERLOS Y PERDONARLOS, LES ENTREGÁSEMOS ADEMAS EN VARIAS ETAPAS, CUAL DE ELLAS MAS DEPLORABLE, LAS RIENDAS DE NUESTRO DESTINO, QUE TEMO QUE ALGÚN DÍA RECAIGA EN OTRAS MANOS, DE AÚN PEOR CALAÑA, QUE ESTÁ AL ACECHO Y QUE SI DIOS NO LO REMEDIA, SERÁN LA QUE ACABEN ECHANDO A LOS QUE INCAUTAMENTE LES ABRIERON SUS PUERTAS, NO SIN ANTES ARRUINARNOS, DESPRESTIGIARNOS Y PERSEGUIRNOS, COMO LO HICIERON ANTES SUS HOMÓLOGOS, COMO LO HICIERON MUCHO, MUCHO ANTES SUS ABUELOS Y COMO SIEMPRE LO HARÁN LOS HEREDEROS DE SUS CONSIGNAS.
PORQUE LA HISTORIA, PARA NUESTRO MAL SIEMPRE SE REPITE.,....