viernes, 16 de enero de 2009

TAMBIEN LOS HAY

Cuando el hombre ya no se siente socorrido ni por por su propio lamento, cuando ya nada en su entorno le duele porque ha llegado al punto mas alto del dolor, cuando su perspectiva no es otra que puertas cerradas, cuando el amor ya es tan solo un recuerdo de la niñez, cuando acudes al llanto ante la miseria ajena y al pedir ayuda te dicen que llegaste tarde porque hoy solo se llora ante el exterminio de los delfines, cuando vuelve la cabeza y ve tras de si un sin fín de hombres que, como él, buscan tambien un camino, cuando rehuye a esos hombres temiendo que si encuentra un trozo de pan tendrá que repartirlo, cuando la sed y el hambre dominan su razón, cuando no hay mas que odio en su semblante, cuando mas que hablar gruñe ya como una bestia, cuando le llega la muerte.... ¡Que paz!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito relato aunque algo desconcertante...¿ De qué sirve la paz de la muerte si ya no se siente "la paz" misma? Prefiero sentir la paz de la vida leyendo un buen libro al lado del fuego en invierno o en una sombra fresca en verano. De todas formas reconozco que hay vidas desgraciadamente tan míseras como para que se desee la muerte como solución a los muchos infiernos que existen en el mundo. FRAN.

Txema Rico dijo...

Hay más paz personal que acostarse a dormir y hacerlo a "pierna suelta" sin ninguna preocupación?. Saludos desde Almafrá.

Anónimo dijo...

Me ha encantado papà.Te quiero.Un beso.