jueves, 29 de enero de 2009

GENIO Y FIGURA HASTA......

No voy a volver a escibir sobre lo que esté a la vista de todos, ya es evidente, no hay por qué repetirlo, dijo el columnista al redactor jefe. Si, se muy bien que eso es lo que vende; la gente quiere leer lo que quisiera escribir, lo que quisiera denunciar publicamente y se complace cuando otros lo hacen por él al comprobar que sus inquietudes están en la buena sintonia; escuchar por boca de otro lo que nos inquieta nos complace y adiciona. Yo mismo hago lo imposible por conectar la radio en mi casa o en el coche para escuchar un determinado programa de un determinado comentarista, coincide exactamente conmigo en mis criterios y urga con la uña sutil de su palabra satisfaciendo nuestra ira reprimida ante tantos desmanes seudopoliticos, ante tan descaradas ofensas al pueblo, ante tanta indignidad, pero me doy cuenta de que tras asentir a todo cuanto refiere, todos, incluyendome yo nos reintegramos a nuestra vida cotidiana pensando que al estar en conocimiento de todos los ultrajes a nuestra confianza, al saber que los demás coinciden con nuestros criterios y al podernos refociliar ante las críticas sarcasticas ya hemos contribuido, sin dejar de sorprendernos cada día mas y mas del poco resultado de nuestro empeño, a pesar de quedar al decubierto el verdadero incentivo de quienes nos gobiernan, siendo el derecho al pataleo la única satisfacción que podemos darnos y el precio que ellos tienen que pagar por sus demanes. Y como todo tiene su lógica, tambien la tiene el que impunemente todo permanezca igual. Paralelamente a los periodicos que leo y a los comentarios que oigo, otras fuentes desmienten nuestras críticas emitiendo y publicando informes completamente opuestos a la realidad que se palpa pero que un sector amplisimo no quiere aceptar, informandose a través de la prensa que defiende sus colores y desoyendo las criticas que ofenden al lider de sus amores y los que son conscientes de que las cosas no funcionan bien prefieren mantener lo malo conocido por lo bueno por conocer a pesar de que lo bueno por conocer ya ha demostrado ser mejor que lo que tenemos. Aquí esta el meollo de la cuestión. POR MUY MAL QUE VAYAN LAS COSAS, POR MUCHOS QUE SEAN LOS DESMANES, COMPROBADOS, JAMAS VOTARE EN CONTRA DE MI PARTIDO, LOS OTROS TAMBIEN ROBAN. Se podria hacer una enorme y triste relación por parte de unos y que cortita quedaria en parte de otros, pero ¿Quien quiere y acepta la información veraz?, ¿Quien quiere descubrir el cinismo de los que admira? ¿Por qué si lo hace le dá la espalda a quienes han demostrado ser mas honestos?. Cuando dos amigos hablan es mejor no tocar el tema de política, se corre el gran riesgo de que se enfrie la relación y todo viene a consecuencia de un sentimiento mas fuerte que la propia amistad. Se establece por ello un convenio mutuo, ni tácito ni expreso, mas bien intuido y este se hace extensible a infinidad de criterios ajenos por completo a la politica. Defender una opinión sobre tal o cual concepto puede derivar en consecuencias funestas en la relación cotidiana; la religión, la diversidad de lenguas, la pena de muerte, las bodas de los gays, el aborto, la defensa de ciertas minorias, la empecinada obsesión por destruir cualquier vestigio de cierta parte de la historia, el simpatizar con Bus, o con Staling, el mencionar lo bueno de alguien caido en desgracia, el hacer una crítica constructiva, incluso el ser forofos de equipos diferentes puede llegar a situaciones lamentables. El precio de la buena convivencia radica en no tocar esos temas tabú, el morderte los labios y mirar hacia otro lado cuando el amigo o el compañero de trabajo comenta algo que no comulga con nuestros sentimientos o nuestros ideales. El mayor error, hablar de temas prohibidos, el segundo error tratar de debatirlos. Son pocas las personas que tienen suficiente presencia de animo como para no indignarse jamás o si lo hacen mantenerse en silencio. Todos tarde o temprano incurrimos en el error y cuando lo hacemos, creyendonos en posesión de toda la verdad, nos desesperamos ante la obcecación de quienes no comparten nuestras criterios, pero no queremos comprender a los que adoptaron esa misma postura si sus ideales aunque justos, no responden a nuestras convicciones. Cuando a alguien se le aplica un calificativo en tono despectivo pero de inmediato se agrega la coletilla "pero es muy buena persona", sin duda es porque ese alguien, aunque opine lo mismo sobre nosotros nunca se nos ha dirigido con ese tono despectivo, ni sabe que nosotros así hemos hablado de el. Se aplicó la regla, aunque con cierta traición ignorada y se mantiene la convivencia y la amistad, mantenida por el convencimiento mutuo de nuestra mutua bondad, compadeciendonos incluso del error en el que según cada cual estamos inmersos. Nuestros convencimientos discurren por caminos paralelos, o es blanco o es negro, es dia o es noche, ¿Para qué buscar las tonalidades que pueden acercarnos? ¿Para qué internarnos en el crepúsculo tratando de encontrarnos.? ¿Todo lo mio es bueno y lo tuyo malo? Lo grave es cuando se transforman los conceptos, se pisan las creencias, se esgrime la mentira para defender los argumentos, se falsea la verdadera historia y se moldea la ética a nuestra conveniencia para hacer bueno lo que siempre ha sido malo. En las propias definiciones de la enciclopedia de nuestra lengua podriamos encontrar muchas verdades ultrajadas. Tambien puede ser que los doctos academicos de la lengua no coincidieran con el criterio general, pero sin duda respondian a lo que por ellas conociamos. Cualquiera sabe a que nos estamos refiriendo cuando oimos una definición. Con los nuevos conceptos tendremos que variar muchas definiciones, pero por mucha mayoria que exista siempre quedaran personas fieles a sus principios.¿Cual de esas posturas se considerará mas digna? La respuesta es muy sencilla, solo hay que contestar con la verdad que te inspira el corazón, tambien se puede razonar, ¿por qué no? y si la ley lo permite cualquiera puede hacer uso de ella, pero de ahí a pretender que ciertas cosas dejen de ser indignas porque las acepta la mayoria vá un abismo. A estas alturas de la divagación el redactor jefe ya se habia quedado dormido en su sillón, pero el columnista hablando ya consigo mismo seguia. Yo mismo defiendo la pena de muerte en casos puntualisimos, sin embargo somos minoria quienes opinan como yo. ¿Si llegasemos a ser mayoria deberia cambiar el criterio de los demás? Los problemas del mundo no los vá a solucionar ningún tipo de dialogo, ni de crítica epistolar o comentario radiofonico. La lucha y enfrentamiento político subsistirá tres mil años mas, nada hemos inventado, la democracia ya la practicaban los griegos hace mas de tres mil años y veamos en lo que quedó. Los gobiernos se reciclan como las modas y lo que ahora es blanco despues sera blanco tambien pero con otras directrices que no serán mas que las que se utilizaron en otra epoca de la historia, que a veces nos sorprende con un lider que intuye el camino y al que desgraciadamente se aniquila o se denigra por los intereses de mediocridades que le cierran el paso. Pobre de aquel que aniquila antes de ser aniquilado porque ya se encargaran tras de su muerte de hacerlo aparecer como un sanguinario asesino y otras lindezas, pero si se repasa la historia y se comprueba como fué el periodo de su mandato siempre hayaremos una linea de progreso permanente, de trabajo provechoso y de bienestar general y que cualquier crítica que se le quiera imputar siempre estará plenamente justificada. Los convencionalismos nos atan y nos esclavizan a unos y a otros y los criterios generalmente se apoyan en esos convencionalismos, muchas veces absurdos. Mientras cada decisión que tomemos no sea fruto de nuestra pura y sincera reflesión, sin dejarnos llevar por ideas preestablecidas de ningún color, doctrina o sentimentalismo trasnochado, seremos marionetas movidas por los que en el fondo solo ven en nosotros un voto mas.

1 comentario:

Io dijo...

Ante todo, enhorabuena por esta magnífica entrada, digna del más prestigioso columnista.

Me identifico mucho con el desencanto que destila este escrito. Sin embargo, quisiera matizar mi opinión en varios aspectos:

Creo en la democracia como sistema para elevar la voluntad popular al gobierno. Sin embargo, creo que adolece de mecanismos para dar la patada al gobierno que estafa al pueblo, sin tener que esperar cuatro años o una moción de censura cuyo resultado se negocia entre grupos políticos sin importar lo más mínimo la voluntad popular.

Jamás he pertenecido a un grupo político, y jamás lo haré. Mi concepción del mundo es mía, y, como mucho, me he llegado a identificar con un partido en un cincuenta por cien. Además, me parece un juego muy sucio (y muy bien descrito por tí) esa "lealtad" a los colores sin tener en cuenta lo mucho que cambian los ideales a conveniencia. Creo que uno tiene que ser siempre consecuente consigo mismo y valiente para desmarcarse cuando se tercia. Pero en la mayoría de las ocasiones, son la codicia y la ambición las que toman las decisiones. No en vano, vivimos en un país en el que no se recuerda una dimisión de un cargo responsable desde... ni me acuerdo.

No soy partidaria de la pena de muerte. En ningún caso. Y menos aún en esos casos puntuales que señalas, que interpreto como los más deleznables. Pero eso es porque yo no tengo tan buen corazón como tú. La pena de muerte me degrada a mí y le facilita las cosas a él. A mí, en estos casos, la muerte me parece una liberación para el monstruo de turno (pongamos por caso a los asesinos de las niñas de Alcasser, suponiendo que algún día apareciesen), y un sufrimiento para su familia, que al fín y al cabo, una madre no tiene culpa de haber parido a un psicópata, ni se le puede reprochar que le quiera. Creo que les produce mayor sufrimiento seguir entre los vivos después de lo que han hecho (por eso hay tanto maltratador que asesina y se suicida, por cobardía), y me quedo más tranquila sabiendo que esa madre no tendrá que pasar por el trauma de conocer el día y la hora de la muerte de su hijo, que ya tendrá bastante con el de haber parido a quien parió. Aunque yo, para esos casos, implantaría la cadena perpetua. A la cárcel y que tiren la llave.

Siguiendo con tu escrito, mis criterios cambian sólo por experiencias personales, (al menos eso quiero creer :D) me da igual si son populares o no. No te imaginas lo impopular que es el vegetarianismo y la incomprensible hostilidad que puede levantar. Mi hija es vegetariana desde hace tiempo, y a veces he llegado al enfrentamiento ante la mala aceptación de aquellos a quienes no se les trata de imponer nada, pero que intentan ridiculizarla e incluso inculparla de cosas absurdas. Yo llevo poco tiempo, y no sé si aguantaré porque me encanta el pescado, pero eso es otra historia. En cualquier caso, me mataré con quien me tenga que matar. Pero estoy de acuerdo contigo en que no nos vendría mal un poquito más de "personalidad" a la hora de defender nuestras convicciones.

Por supuesto, respeto las opiniones contrarias a las mías, y espero no haber caído nunca en esa condescendencia despectiva que mencionas y que es tan frecuente. No pienso de alguien que "sea una buena persona a pesar de pensar así". Más bien tiendo a pensar que es una buena persona y que sus opiniones y sus gustos serán el producto de sus circunstancias, como lo son las mías. Pero eso yo lo he oído hasta por ser madre soltera; "Es una chica encantadora, a pesar de ser madre soltera".

Además, en tu caso en particular, me inclino a pensar que has de tener razones de mucho peso, porque tener esos ideales hoy en día no es ningún chollo. Vivimos en el imperio de lo politicamente correcto, y hay muchas cosas que no se pueden decir, ni tan siquiera pensar, cuando lo que realmente enriquece a una sociedad es el intercambio de puntos de vista. Todo se puede hablar, y me parece un error (y por supuesto una desconsideración) colocar etiquetas a la gente y apartarlas del rebaño.

Bueno, pues creo que no se me ha quedado nada en el tintero. Perdón por haberme extendido tanto, pero insisto en que la entrada es magnífica y da para comentar mucho más.

Un fuerte abrazo!