jueves, 20 de junio de 2013

NO HAY ENEMIGO PEQUEÑO

Las fuerzas del mal, tomando forma humana o no, consiguieron que los hombres dudasen de las fuerzas del bien, no habiendo cejado en su empeño hasta nuestros días, para mantenernos desunidos en la Fé, aprovechando cualquier circunstancia favorable para poner en tela de juicio las verdaderas doctrinas cuya creencia, no sé por qué milagro aún está arraigada en un porcentaje de humanos, menor del que creemos y con menor entusiasmo de lo que pensamos, salvo en un todavía admirable número de fieles que con su ejemplo dan sentido a la doctrina que profesan.

 En este estado de cosas todos coincidimos en la existencia de un solo Dios y solo nos separan diferentes puntos de vista respecto a los mas variopintos conceptos que por atentar en algunos casos contra las sagradas personas o por discrepar de ciertos sacramentos y siempre por no estar de acuerdo con ciertas jerarquías, establecen una diferenciación cuasi sustancial que ha ido enfrentando a los creyentes de cada doctrina a lo largo de la historia, no solo de forma dialéctica, sino a veces, de forma cruenta, por afirmaciones o negaciones que solo nos han llevado a un absurdo caos de incomprensión y de discordia aunque las discrepancias en algunos casos eran pura nimiedad.

Hoy, en lo que respecta a la doctrina Cristiana, disgregada en infinidad de comunidades que, como la Católica, también se  definen como iglesias, salvo en algunos casos puntuales, tras tan larguísimo periodo de luchas y llegados a la conclusión de que la convivencia pacífica era mucho mejor que cualquier enfrentamiento, gracias al sentido común, a un mas alto grado de tolerancia y al tiempo que todo lo enfría, en la actualidad parece que surge una actitud de acercamiento, de colaboración y de armonía en un esfuerzo digno de encomio.

No ocurre lo mismo cuando nos topamos con el Islamismo que a lo largo de la historia ha sido, es y será nuestro mortal enemigo, sin que sirva de nada entablar componendas para la convivencia entre mahometanos, cristianos y judíos que puedan perdurar, ya que cualquier convenio de convivencia que se pretenda establecer con los Islamitas siempre vá a ir en contra de su doctrina, ante la cual somos sus naturales enemigos y el objetivo a aniquilar según se desprende de un gran número de Suras del Coran, especialmente en las que se alude a la Yiáb o Guerra Santa. Por eso, aunque cara a la galeria, políticamente se firman acuerdos, estos quedaran escritos sobre la arena.

Mahoma, cuando solo era un transportista de mercancías a lomos y jorobas de una rehala de dromedarios, camellos y asnos, ya con mas de cuarenta años de edad y sin que antes hubiera manifestado ninguna inquietud religiosa que se sepa,  empezó a concebir una doctrina religiosa monoteísta plagada de connotaciones cristiano-judaicas teniendo el atrevimiento de manifestar  que se le había aparecido el Arcángel San Gabriel, del que había oído hablar en algunas colonias influidas por el Cristianismo, para anunciarle que solo había un Dios cuyo nombre era Alá y que el era su Profeta.

A este hombre que además de su carisma contaba con la fortuna de su esposa Jadiya, le fue fácil seducir y arrastrar tras sí, sin mas evidencia que su supuesta revelación, a un  respetable número de seguidores.

De la noche a la mañana pasó de comerciante a Profeta y Político, empezando a inquietar a los jefes de las tribus de la Meca que veían peligrar su supremacía, por lo que intuyendo Mahona que su vida estaba en peligro se vio obligado a huir con sus seguidores a Yathrib (Medina) donde culminó los puntos que iban a servir de base a la doctrina islámica, mientras que sus adictos proliferaban como las pulgas. ¿Que podían esperar esos pobres desgraciados que se pudiera comparar con los prometidos goces del Paraiso que Mahoma predicaba?

Porque el Paraíso Islámico no es un lugar de contemplación mística en el que las almas quedan arrobadas ante la presencia de Dios, sino un lugar de placer y lujo interminable donde la gula y la lujuria llega a grados inusitados, en un entorno de riquezas sin parangón. TODO A DISPOSICIÓN DE LOS FIELES, que podían acceder no solo por sus meritos, sino tambien por su sacrificio, entendiéndose como tal su propia inmolación en la Riád (Guerra Santa).

"Tendrán a su alcance la fruta de los dos jardines...Estarán en ellos mujeres de recatado mirar, no tocadas hasta entonces por hombre..." Corán Sura 55:54 & 56.

Nosotros las hemos formado de una manera especial y las hemos hecho vírgenes..., afectuosas y de una misma edad para los de la derecha (los que alcancen el paraiso) " Sura 56: 35-38

Según los sabios comentaristas del Corán, el mas humilde creyente musulmán podrá disponer en el paraiso de hasta 8.000 esclavos, teniendo a su disposición setenta y seis huríes con las que podrá copular sin que su falo pierda vigor y sin que jamás disminuya el placer, que será muchísimo mas intenso que el experimentado por los mortales.

Nuestro camellero, que se me antoja un poco socarrón, por todos los atractivos detalles que supo pintar, estableció en su doctrina, naturalmente inspirada por Alá, que los que se sacrificasen en la Riád, lograrían un lugar preeminente en el Djadnna (Paraiso). Este sacrificio que incluye la propia inmolación, no solo debe surgir por la iniciativa personal, sino que es un mandato que se debe cumplir y así está escrito en el Corán: "Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, MATAD A LOS ASOCIADORES DONDE QUIERA QUE LOS ENCONTRÉIS" Corán Surá 9.5.

Constantemente se están dando ejemplos del entusiasmo con que afrontan la inmolación los llamados elegidos "sabiendo como saben lo que les espera tras su muerte" y no se por qué nos sorprende, cuando en nuestra Fe, son tan numerosos o más los mártires que han ganado la Gloria por el mismo procedimiento, pero sin matar, pudiendo haber eludido tantos sufrimiento con tan solo haber renegado de su Dios y haberse convertido a la religión que así se lo requería. Habiendo muchísimos casos en que la muerte se ha afrontado con dignidad, simplemente por no ir en contra de sus principios.

La diferencia entre unos y otros radica en la finalidad que cada cual ha perseguido en el momento de aceptar el sacrificio y haciendo honor a la verdad veo mas noble ser mártir por no ofender a Dios o por honrar a los padres, que buscar con el sacrificio el goce eterno de las mas bajas pasiones. Aunque me temo que este último supuesto es el que tendrá mas número de seguidores.

Lo malo de este asunto es que ante el Islamismo jugamos con desventaja y estamos expuestos a que en cualquier momento la Yihad nos alcance a todos si seguimos dormidos a pesar de su amenaza.

Y lo mas lamentable e incongruente de este cuento que todos conocemos, vemos y sufrimos con mas o menos asombro, es que su presencia sigue expandiéndose por doquier, por la elucubración de un camellero que quizás como chirigota tras una buena pipa de hachís dijo haber sido informado de su destino precisamente por el Arcángel mas representativo de la religión cristiana, que junto a la judaica somos las mas directas y deseadas victimas propiciatorias del Islam.

2 comentarios:

JuanRa Diablo dijo...

Veo que estás escribiendo mucho y me alegro enormemente.
Prometo ponerme al día en breve y comentarlo TODO!!

Un abrazo muy grande

Jesús Qwérty dijo...

said: Amigo, paso a saludarte y desear que tus momentos de escritura sean plenos para que expresen con claridad lo que tu corazon trata de plasmar en cada parrafo que redactes, nadie es esterno y al final a todos nos cubre la tranquilidad de la muerte pero hay algo que si es eterno, son los sentimientos que de alguna u otra forma se incrustan en el corazon de las personas, he ahi nuestro legado... En cierta forma llegamos a ser eternos cuando nuestro corazon cumple su proposito y nuestra alma se disipa para formar parte del universo.

Un abrazo querido amigo.