miércoles, 29 de octubre de 2008

NADA DE INTERES


Desde mi llegada a Colombia, con los años y por mi afición, un poco desmedida, mi hermosisima libreria colmó sus estantes hasta verme obligado a instalar otro mueble similar en mi estudio para poder albergar los casi mil libros que apilados por doquier no encontraban su adecuado alojamiento. Actualmente entre las dos librerias tengo aproximadamente dos mil libros y aunque me quedan algunos huecos en los anaqueles creo que me vá a costar llenarlos debido a un suceso que me produjo un pequeño trauma sicologico. Pero antes de comentar este asunto os explicaré cual es el motivo que me ha empujado a acaparar con avaricia tal cantidad de volumenes.


Desde muy pequeño gran parte de mis ahorros los apliqué a la compra de libros. Los queria, los acariciaba y me encantaba su olor. En unas fiestas de Navidad gasté todos mis aguinaldos para comprar "Las Inquietudes de Santhi Andia" de Pio Baroja. Era un afán impropio de un niño, pero a mi me producia un inmenso placer abrir los paquetes que recibia de la Editorial Fontana que periodicamente me enviaba sus Catálogos de libros de resto de editorial que ofrecia a bajisimos precios incluso para mi economia. Mis pedidos no solian sobrepasar las cien pesetas, pero con ellas podia recibir de seis a siete libros completamente nuevos y que actualmente podrian tener mucho valor para coleccionistas . Recuerdo como un ejemplo "La Biografia de la Epoca" toda la historia de aquella trascendental revista que ya habia desaparecido muchos años antes de que yo naciera y de cuya biografia no creo que existan muchos ejemplares. Tambien recuerdo "El General Martinez Campos" libro en el que se describia de forma desgarradora la perdida de Cuba ; Mein Kanf de Hitler, así como su Testamento que seria muy interesante que muchos leyeran para que al menos no jusgaran tan a la ligera a este personaje "paradigma de todas las maldades " pero por qué no tambien quizás Cabeza de Turco de las veleidades de los vencedores, o ambas cosas a la vez. La mayor parte de estos libros pasaron a mi hermano como mi regalo de boda; no tenia nada de mas valor que ofrecerle. Yo tendria por entonces catorce o quince años. Los que me conocen saben que esa afición no decayó habiendo llenado hermosas librerias en la mayor parte de las casas que he tenido, pero aquí en mi etapa americana que es el periodo que estoy relatando, en mi afán de atesorar libros, no solo buscaba roderame de todas las formas del saber con la pretensión de aprender, sino tambien con la intención de aportar. Parece presuntuoso lo que digo, pero sigo creyendo que tengo muchas cosas que decir y hay muchas cosas que rectificar y en la medida que esté a mi alcance seguiré con mis antiguas y nuevas teorias procurando que no mueran conmigo. No quiero referirme exclusivamente a la ciencia en todas sus expresiones, sino tambien al Arte, por lo que aprovecho para manifestar mi humilde opinión sobre la Literatura Universal, que creo que es, de las artes, la que mas me apasiona y de la que me juzgo un crítico muy exigente y en absoluto convencionalista. Muy a menudo me he sentido decepcionado ante las obras consideradas maestras de los grandes monstruos y sigo estandolo. Es por ello por lo que además de acaparar cuanto de ellos ha llegado a mi poder, esperando encontrar el modelo de lo que yo considero una obra maestra no he descuidado nutrirme de infinidad de obras de autores sin importarme su palmarés, buscando en ellos lo que en los otros no encontraba y a veces me ha sido muy grato hallar entre las medianias y en desconocidos "gracias a la critica y a la falta de demanda de su producción" valores que como mínimo podrian estar a la altura de los consagrados, si no en cantidad si por lo menos en calidad, sin que esta manifestación pretenda sobrevalorar a esos desconocidos sino mas bien poner en su lugar a los encumbrados. En pocas palabras, no quiero desmerecer ninguna obra maestra pero si ponerlas al nivel de mi juicio que siempre ha esperado algo mas de ellas.


Y volviendo al pequeño accidente del que hablé, fué que trás estar muchas horas leyendo me quedé adormecido con las primeras luces de la alborada. Se sentia una agradable brisa tras una noche de calma chica tropical. Habia perdido totalmente la conciencia de cuanto me rodeaba y sentia la paz que bien quisiera en el momento de mi muerte, ese duerme vela en el que estás ausente de todo pero que sientes inmensamente tu existencia. Poco a poco el libro que habia estado leyendo se fué escapando de mis manos y aunque yo lo sentia resbalar no me importaba lo mas mínimo. Al caer golpeó mis pies como si una inmensa mole se hubiese desplomado sobre mi. Abrí los ojos sin saber quien era ni lo que era ni si quiera el sitio en que me encontraba, mientras una grandisima mariposa, negrisima, del tamaño de mi mano reboloteaba a mi alrrededor tratando de posarse en mi cabeza. Quien en aquel momento despertó era un amnesico total que sentia una indecible angustia y un miedo atróz a descubrir su realidad intuyendo en las embestidas de esa mariposa un terrible presagio. Ya repuesto pero todavia alucinado por esa sensación indescriptible comprendí que mi alma habia estado ausente en algún viaje astral dandome la oportunidad de comprobar lo desamparado que estaba sin ella. LA MARIPOSA ESTUVO EN LA CASA DURANTE TODO EL DIA. Recobrada la consciencia escribí una poesia que me salió como dictada y que no he querido modificar en lo mas mínimo a pesar de su falta de calidad e intrascendencia, pero que ha sido la causa de que ma haya inhibido en mi afan por comprar mas libros, dice así:





Vencido por el sueño en la alborada


Cuando cerraba mis ojos el cansancio


La mariposa de la muerte me acechaba


Y me arrancó el libro de mis manos.


¿Que libro pudo ser? Uno de tantos


De los dos mil que para mi recreo


He comprado en mis últimos tres años


Y la verdad a comprender no alcanzo


Por qué compre tantisimo al librero


Si no estoy para leer tal como veo


Y aún leyendo por diez no leeria tanto.





Ahora cuando cojo un libro, si a lo largo del primer capítulo no me dice nada lo aparto. Si logra interesarme en cierto modo lo leo hasta que me decepciona. El algunos, llego hasta el final generalmente sin pena ni gloria. Pero si tengo la suerte de que me emocione y veo que hay en el, algo que vale la pena aplazo su lectura para poder saborearlo en su momento, de forma que ya tengo algunos a los que acudo a releer poco a poco sin atreverme a seguir por miedo a que me defraude, releyendo muchas veces los capitulos o los párrafos que tienen garra.

No exijo mucho, me conformo con la grandeza de lo cotidiano, con lo que generalmente pasa al lector desapercibido, con lo que los críticos no encuentran y de lo que ni el propio personaje se percata aunque lo esté viviendo, pero que está ahí latente, esperando que alguien aprecie su carga de sentimiento, de decepción , de esperanza, de amor, de angustia de fracaso ante la incomprensión, de la lucha por la supervivencia sintiendose incapaz de traicinar las convicciones, de apego a una vida sin perspectivas o de depresión ante una decepción que puede empujarte a la muerte cuando nada te falta, todo aquello que se puede expresar haciendonos esbozar una sonrisa mientras sentimos que una lagrima se nos escapa.

No hay duda de que la escena representada será vista a través de un prisma y que cada lector ocupará un vertice diferente según su estado de animo o su propia experiencia pero la realidad, los hechos concretos ahí estarán por siempre escritos a la espera de ser decubiertos.

Traigo el ejemplo de "Aventuras, Inventos y Mistificaciones de Silvestre Paradox" de Pio Baroja, capitulos XIX y XX.

Sin entrar a comentar su estilo, ni la forma de plantear los hechos, trás una infinidad de fracasos que lo han llevado a la mas angustiosa de las miserias, un hombre de bien que en otros tiempos ha sido respetado, ya muy cargado de años se vé encerrado en su cuarto por los acreedores, que creyendo que tiene dinero no lo dejan salir si no paga sus deudas. Es Nochebuena y está hambriento. Su unica posibilidad es escapar a través de un traga luz pero está demasiado alto. Sus intentos para escapar a una libertad en la que solo le espera la miseria y posiblemente la carcel parecen inutiles. Tiene la suerte de estar acompañado en su encierro por un unico fiel amigo que está en su misma situación y que ha compartido su miseria y las últimas pesetas recibidas por los objetos que aún tenian algún valor y que ya habian empeñado mucho antes, están humillados en su amor propio y su dignidad está tan resquebrajada que no dudarian mendigar un pedazo de pan si pudieran, planteandose si lograran escapar donde podrian acudir para que les dieran algo de comer.
Trás las peripecias por conseguir el logro heroico de su fuga y ante la presencia de un mundo del que ya nada pueden esperar solo una luz endulza su amargura, la ilusión de conseguir veintiseis pesetas para poder sacar un billete de tren y dirigirse al pueblo donde nació. Es una nueva e insolita ilusión, volver al pueblo que abandonó porque alli no podia encontrar lo que buscaba, para volver al mismo lugar cincuenta años despues como refugio a su última esperanza.

3 comentarios:

JuanRa Diablo dijo...

Tranquilo papá. Esa mariposa negra la envié yo (en mi papel de diablo) para que me averiguara por qué tardabas tanto en escribir. Luego vino a darme el chivatazo: "Duerme panza arriba. No da ni golpe"
Bueno, en serio. Cómo me gusta como escribes. Te lo digo y te lo diré más veces que volúmenes tienes en la biblioteca.
Creo haber heredado de tí tu amor por los libros. A mí también me encanta olerlos y acariciarlos y sólo verlos en la biblioteca me proporciona placer.
De Baroja leí "Zalacaín el aventurero" y "El árbol de la ciencia" y me han entrado una irrefrenables ganas de salir corriendo a buscar el que nombras.
Con semejante fuente del saber a tu alcance, ¿nos aconsejaras esos libros que tengan ALGO DE INTERES?

Anónimo dijo...

Què placer disponer de un rato para leer vuestros blogs,porque vuestras entradas nunca me decepcionan,y todas me dejan un regustito màs bueno...Igual que Juan me apetece mucho leerese que comentas de Baroja.
UN BESO.
ANA

Anónimo dijo...

También siento yo amor por los libros aunque me inclio más por temas científicos, históricos, etc... Me gusta cuidarlos, olerlos, acariciarlos e incluso si me gustan mucho besarlos...por supuesto también leerlos. Tu artículo me ha recordado un libro que desconozco si es bueno en contenido pero cuyo título es magistral : "La insoportable levedad del ser" Falta tiempo para hacer todo lo que anhelamos; todos los viajes, leer todos los libros, crear nuestras propias obras de arte, todo...todo...falta tanto tiempo en nuestras efímeras vidas. FRAN