sábado, 2 de febrero de 2013

UN PROYECTO QUE EN VERDAD QUISIERA LLEVAR A EFECTO

Conocemos muy poco sobre los seres sobrenaturales que nos acompañan, aunque por lo general sepamos definirlos. Nuestras actitudes ante la dicha o el infortunio frente a la vida forman parte de lo que creemos nuestra personal idiosincrasia, sin darnos cuenta de que esa personal idiosincrasia, no es más que la respuesta que nos inspiran en su momento los seres invisibles inmanentes, adheridos o asignados, que conviven con nosotros, protegiéndonos y dándonos la oportunidad de descubrir la mejor forma de solucionar nuestros problemas.

Siempre están presentes, guiando nuestros pasos pero sin interferir en nuestra libertad, dejándonos tomar nuestras propias decisiones y no molestándose porque hagamos lo contrario de lo que nos aconsejan, sino consolándonos con amor tras nuestros errores, siempre dispuestos a darnos una nueva oportunidad.

No son parte de nuestra idiosincrasia sino nuestra idiosincrasia misma, pero eso no les roba su pura y natural independencia.
Cuando salimos a la calle no vamos arrastrando con nosotros una comparsa de entes custodios listos para intervenir en nuestras decisiones, nuestras actitudes e incluso sobre nuestros sentimientos, pero sí existe una conexión inmaterial y directa que los trae a nosotros cuando los precisamos.

La literatura tradicional ha venido confundiendo con sus cuentos ese acertadísimo instinto nuestro que nos movía a intuir otros seres por encima de nuestra propia naturaleza, que mediaban entre Dios y nuestro espíritu. Estos cuentos nocivos casi en un cien por cien y si no analícenlos ustedes mismos, acabaron degenerando en absurdos prototipos, tales como las brujas, las hadas, las princesas, los unicornios, los elfos, los gnomos y un sinfín de personajes, que llegaron a formar parte de nuestra superstición.

Yo quiero hablar de los personajes verdaderos, de aquellos de los que en algún momento, hemos recibido su influencia, consciente o incoscientemente, formando parte de nuestras vidas desde el momento mismo de nuestra concepción.
ESTOS SERES TIENEN TODOS SU CONTRARIO igual que todas las cosas, (blanco-negro; caliente-frio, etc) POR LO QUE DEBEMOS SER MUY CUIDADOSOS A LA HORA DE DEJARNOS ACONSEJAR.

Voy a hacer una relación de LOS MÁS POPULARES sin ningún orden alfabético o de jerarquía, ya que lo que pretendo es solamente recordaros sus nombres y que sepáis a quiénes me estoy refiriendo. De inmediato os dareis cuenta de lo muchísimo que los conoceis aunque no hayais reparado en ello casi nunca.

La lista no está completa, pero COMO HAY MUCHO DE MÁGICO EN ELLOS, se irán por sí mismos integrando, conforme vayan siendo necesarios, apareciendo como la idea que encaja de la forma mas idónea en cada situación, hasta que la lista esté completa, después de haberlos mencionado a todos, a través de relatos que podrían ser ciertos.
Puede servir éste como punto de partida, a un nuevo pero bien decidido empeño, que creo que puede valer la pena.

RELACIÓN DE PERSONAJES PARA EL CASTING DE
ALGUNOS RELATOS QUE PUDIERON SER CIERTOS:

La Avaricia (1); El Tesón (2); El Miedo(3); El Encanto: La Sumisión; La Elegancia; La Tolerancia;; La Codícia; La Intransigencia; La Paciencia; El Valor ; La Corrupción; El Orgullo; La Hipocresía; La Ambición; El Dolor; La Verdad; El Honor; La Honradez; La Conciencia; La Confabulación; La Lealtad; La Incertidumbre; La Suerte; La Fatalidad; El Desencanto; El Error; El Desengaño; El Silencio; La Resolución; La Quietud; La Ambigüedad; El Entendimiento; El Consejo; El Interés; La Piedad; La Belleza; La Alegría; La Fortaleza; El Bien; La Soledad; El Reproche; El Mal; La Misericordia; El Sosiego; La Reflexión; La Picardia; El Amor; El Deseo; La Persuasión; ... y otros más que por sí mismos se irán agregando.

No estaría de más que para conocerlos mejor, hicieramos un poco de historia sobre ellos y esa va a ser mi misión inmediata, tratando que sea amena para el lector, con tal de no hacerle perder su atención que realmente es lo único que importa:

(1) LA AVARICIA, es hija de la Suerte y del Desencanto, que a la vez son padres de la Codicia y de la Ambición.

Para poder comprender un poco mejor a la Avaricia debemos saber que tanto ella como sus hermanas fueron las mejores testigos en las desavenencias de sus padres.
Parece ser que el Desencanto siempre reprochó a su esposa la Suerte su irresponsable veleidad, sintiéndose víctima de ella al comprobar que lo que a él le negaba sistemáticamente lo regalaba a manos llenas hasta a los mas inmundos.

Las hijas, hicieron causa común con su padre porque también ellas veían que su madre, estando en posesión de un don tan envidiable, tampoco lo revertía sobre ellas en ningún momento, pero como cada cual responde cuando actúa de acuerdo con su propia esencia, LA AVARICIA SE JURÓ A SI MISMA QUE CUALQUIER BIEN QUE PUDIESE ATESORAR LO GUARDARÍA PARA SI POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.

No le fue a la zaga la Codicia y se prometió a sí misma ESTAR AL ACECHO CON TODAS SUS ANSIAS SOBRE CUALQUIER COSA QUE LE PUDIERA ATRAER, PARA TRATAR DE HACERLA SUYA.

En cuanto a la Ambición adoptó la postura mas envidiable y en ningún sentido criticable de PONER TODO SU ENTUSIASMO EN LOGRAR AQUELLO QUE LE PUDIERA DAR MAS FELICIDAD.

(2) EL TESÓN - Era hijo del Dolor y de la Paciencia y hermano de la Humildad. Veréis a lo largo de esta relación que algunos de nuestros personajes tienen cierta ambigüedad hacia lo positivo o hacia lo negativo según el fin que puedan pretender. Por lo que cuando solicitemos su favor, nuestros popósitos deben ser dignos.

LA HUMILDAD fue siempre muy admirada por todos, que siempre han tratado de atraerla para sí. Pero ella es huidiza y fugaz porque su presencia prolongada en demasía destruye su esencia y si eso perdiera, tambien perderia su identidad.

(3) EL MIEDO - Era hijo del Error y de la Intransigencia. Tenía un hermano mayor que era el Reproche. Cuando sus padres se separaron, el Reproche se fue a vivir con su madre y su padrastro EL INTERÉS, surgiendo de este matrimonio la Suerte de la que ya hemos hablado, mientras que el Miedo se quedó con su padre el Error que contrajo nuevas nupcias con la Incertidumbre de cuyo matrimonio nació LA TOLERANCIA.

EL REPROCHE ES UNA FORMA DE TORMENTO QUE NO PODÍA TENER OTRA MADRE QUE NO FUERA LA INTRANSIGENCIA. COMPRENDO QUE EL ERROR TUVIESE QUE SEPARARSE DE ELLA, TENIENDO EN CUENTA QUE EL REPROCHE, POR SU ESENCIA HARÍA MUY COMPLACIDO CAUSA COMÚN CON SU MADRE para hacer más penoso su infierno, MIENTRAS QUE EL HIJO MENOR, EL MIEDO, AUNQUE LO DESEARA, NO INTERVENDRÍA NUNCA EN FAVOR DE SU PADRE PORQUE POR SU NATURALEZA, NO TENIA AGALLAS PARA ENFRENTARSE A SU MADRE Y A SU HERMANO QUE, POR CIERTO, EN EL FONDO LO DESPRECIABAN.

EL MIEDO. Pocos seremos los que no lo conozcamos aunque no hayamos llegado a padecerlo en su más alta intensidad, pero casi todos podemos juzgar por lo que sabemos que no es factible una vida sometida constantemente al miedo, sea éste de la índole que sea.

EL ERROR. ¿Quién puede decir que jamás se ha equivocado? El error es parte de nuestra vida y puede servirnos para perfeccionarnos, pero nunca será un galardón y menos si nos acompaña de forma muy reiterada. Seamos consecuentes y procuremos analizar todas las posibilidades para incurrir lo menos posible en él.

LA INTRANSIGENCIA es una mole imposible de atravesar. Su dureza destruye los más loables intentos, anulando nuestra voluntad y nuestra paciencia. CREO QUE AMPARARSE TRAS ELLA ES UNA MALÍSIMA DECISIÓN QUE SOLO PUEDE GENERAR PENSAMIENTOS EQUÍVOCOS.

LA TOLERANCIA siempre se ha visto con simpatía. Especialmente cuando se la ha comparado con la intransigencia, pero creo que en el término medio podría situarse el baremo más acertado, siempre que ese término medio dejase a un lado lo positivo y en el otro lo negativo y la tolerancia no se aplicase nunca a lo negativo. Pero éstas son opiniones mías y que cada cual opine como crea.

Hecho ya este planteamiento, relacionados los personajes que van a intervenir en nuestros relatos y habiendo hablado sobre algunos de ellos para que los vayais conociendo algo mejor, pongo fin a mi proclama, advirtiéndoos que no debéis extrañaros si mi siguiente relato se titulara: LA SAGA DEL AMOR Y DE LA REFLEXIÓN.

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