miércoles, 25 de febrero de 2015

¿QUIÉNES DEBERÍAN PASAR A LOS ANALES DE LA HISTORIA?


Todos somos potenciales candidatos para un puesto en el libro de la Historia. Nuestro derecho a ello y nuestras posibilidades no prescriben ni aún después de la muerte. ¿Quién iba a decirle a Vincent Van Gogh que llegaría a ser considerado uno de los mejores pintores de todos los tiempos? Quizás él, sí lo creyese, pero sin la menor duda hasta mucho después de su muerte nadie estuvo interesado en pagar un solo céntimo por ninguna de sus obras. ¿Fué un incomprendido quizás? Pero... un incomprendido ¿por quién? ¡Nadie de su época, ni por asomo, vió en él a un gran artista! ¿Puede una obra no despertar ningún interés y después ser un embeleso indiscriminado?

No irán a decirme ustedes que en su tiempo no se entendía de pintura. ¿Qué es entonces lo que ha cambiado?

En cuanto a su obra no ha cambiado nada, sigue siendo la misma. Lo que ocurre es que una pléyade de nuevos pintores, incapaces de mejorar las escuelas gloriosas; los peritos expertos en la materia, que no podian anclarse en el pasado; los críticos, que tenian que complacer los coqueteos de los maestros consagrados que jugaban a veces con las nuevas tendencias; los marchantes que precisaban de nuevos nombres y nuevas producciones para mantener al alza su próspero negocio y los grandes coleccionistas e inversionistas que procuraban ávidamente hacer subir las cotizaciones de sus nuevas inversiones, además de otras razones en las que no quiero entrar pero, SIN DUDA, DIFERENTES A AQUELLAS EN LAS QUE SE BASARON LOS EXPERTOS DE LAS GENERACIONES ANTERIORES, ENCONTRARON EN LO QUE HASTA ENTONCES NADA SE HABÍA VISTO, EL SÚMMUM DEL ARTE, QUE POR LO VISTO ANTERIORMENTE NADIE VIÓ.

Yo sé que en todas las manifestaciones de la actividad humana puede haber alguna circunstancia que pasó desapercibida y que posteriormente puede servir de base para un reconocimiento que hasta entonces había sido inapreciado, pero también sé que en muchos casos, estos cambios de criterio resultan algo sospechosos, sin que esta alusión quiera referirse a la obra de Van Gogh precisamente, aunque tampoco hay por qué descartar la posiblidad de que su obra haya sido super valorada.

En todo caso, espero que de igual modo que se puede encumbrar lo mediocre, algún día se ponga en el lugar donde les corresponde, algunas obras de algunos maestros, tristemente elogiadas y toda la producción de ciertos "artistas altamente cotizados, en virtud del esnobismo de ciertos admiradores de bulto que se dejan llevar por marchantes y críticos que fundan el valor de la obra por la mano que la firma; cuya consecuencia inmediata fue, en el caso que apunto, propiciar la aparición de infinidad de seguidores a tales excelencias, analfabetos todos en lo que al verdadero arte se refiere, pero sí capaces de crear bodrios similares a los que en su inconsciencia se dignaron ciertos críticos a bautizar como obras de arte, por el solo hecho de ir firmadas por maestros consagrados, sin que ya pudieran hacer nada para desterrar y vilipendiar a tales incompetentes, porque para ello, tendrían que ridiculizar las bases en las que se fundaron los elogios que alegremente emitieron al ensalzar ese mismo tipo de obras, animados y respaldados por "la firma que las acreditaba".

Y en estas cosas, como en otras, lo que yo pueda decir o la denuncia que yo pueda formular, a toda esa distinguida élite le dará risa, porque yo no soy un experto consagrado, ni un crítico de renombre, ni un marchante de moda. Pero quienes sean mas intuitivos, verán que ahí está mi credibilidad, evitando caer como siempre en la misma trampa.

Si yo fuera todas esas cosas, no podría desmentir lo que yo mismo habia contribuido a crear" CON LA RESPONSABILIDAD QUE IMPLICA EL HABER ARRASTRADO A TAN INGENTE CANTIDAD DE INVERSORES, MILLONARIOS Y BURDOS IGNORANTES A COMPRAS CUYO VALOR "SIMBÓLICO" ESTÁ AVALADO POR EL CRITERIO DE LOS QUE LOS ACONSEJARON, PERO NO DEL CRITERIO DE LOS QUE LOS PRECEDIERON, QUE CREO QUE ESTÁ BIEN CLARO, NI DE LO QUE OPINEN LOS QUE MÁS TARDE VENGAN, QUE BIEN PODRÍA SER QUE DIJERAN QUE "CIERTAS OBRAS CONSIDERADAS COMO GENIALES ERAN UN VERDADERO TIMO", COMO EN OTRO ORDEN DE COSAS AHORA, LOS CIENTÍFICOS ACTUALES DESMIENTEN SIN NINGUN RECATO A SUS COLEGAS Y NOS VIENEN DICIENDO QUE PLUTÓN NO ES UN PLANETA. JUSTO LO CONTRARIO DE LO QUE LOS CIENTÍFICOS ANTERIORES NOS HABÍAN DICHO.

Con su pan se lo coman hasta que algún eminentísimo maestro y crítico, que NO SE PUEDA RELACIONAR CON LOS SOFISTICADOS IMPLICADOS Y SOBRETODO, QUE TENGA MUCHISIMO CARISMA, tenga el valor suficiente PARA DESENMASCARAR tanta hipocresía. Cosa que ya a casi nadie interesa teniendo en cuenta la millonada que hay entre los bastidores de esta tragicomedia.

Y decía, que todos somos posibles candidatos para un lugar en la historia porque aunque parezca que el origen humilde puede anular esa posibilidad, son tantos los ejemplos que lo desmienten que solo podríamos atrevernos a decir, en todo caso, que la pobreza, en algunas circunstancias restringe esta posibilidad, pero sólo podríamos insinuarlo a título especulativo, si tenemos en cuenta que muchos de los grandes hombres llegaron a destacar precisamente por su empeño en salir de esa miseria, incentivo éste que nunca influyó en los que no estaban castigados por ella.

Quizás haya quien me diga: Si, muy bien, pero ¿en qué quedan los que usted mismo dice que han pasado por la vida sin pena ni gloria? y yo os contestaré con todo convencimiento: "Ahí está su hazaña y también su grandeza",

¿De quién deberemos tomar ejemplo? Porque si loable es la rebeldía que va implícita en la ambición, más loable es la humildad que conlleva el conformismo. La vida no ha de ser una confrontación en la que cada cual deba demostrar que es mejor que su vecino. Si somos sinceros, tendremos que aceptar que los méritos van en consonancia con las necesidades y estoy seguro que pospondríamos antes la visita a un museo que a la consulta del dentista si el dolor apremia. Un buen servicio de recogida de basuras, pulcro y ordenado es tan necesario, como un lechero honesto y puntual, y éste, tanto como la señora que viene a hacer la limpieza de la casa y ésta tanto como el concejal de cultura, o un ministro plenipotenciario, no dudando que individualmente seguro que
valoraremos mejor a un buen jefe o a un buen subalterno, según el caso, que al propio Presidente de nuestra Comunidad.

Todos somos reemplazables, pero, OJO, todos somos necesarios. Me atrevo a decir que imprescindibles. Nuestra satisfacción coincide con el orden y el buen funcionamiento de acuerdo con las normas y no puede haber ninguna discriminación en nuestra satisfacción por razones de jerarquía. Podemos pasar sin un artista pero a veces nos es imprescindible el fontanero y no digamos lo agradecido que nos deja el peón que desemboza nuestro inodoro.

No puedo permitir que se denigre la dignidad de ningún oficio que siempre deberíamos valorar de forma directamente proporcional al grado de repulsión que nos provoque, ya sea por lo insalubre, por lo incómodo o por lo duro que pueda ser, siempre que su ejercicio cubra la necesidad de un colectivo y sea una satisfacción y un bien para todos. Y a veces estas pequeñas satisfacciones que tanto nos ayudan para hacernos más grata la vida, al menos, son tan importantes y seguro que menos prescindibles que contemplar un cuadro, oír un concierto, o saber que Plutón ya no es un planeta.

Y así es la vida, lo imprescindible es lo que nos motiva y nos predispone; lo imprescindible corresponde a nuestra autonomía personal, es nuestra necesidad real, es lo que solo a nosotros nos incumbe, lo que nosotros dominamos y sabemos sin que nadie tenga que interferir en nuestros criterios y por qué no también lo que inspira a los grandes artistas. 

Lo demás no nos apremia, por eso no nos da miedo dejarlo en manos de terceros que son los que nos dirán lo que es una mediocridad y lo que es una excelencia y sentarán las bases del mérito adonde a ellos les parezca. Para eso están los especialistas, nosotros ya hacemos bastante con creernos lo que de ellos escuchamos y si alguien ahora nos pregunta, diremos que Plutón no es un planeta con tanta seguridad, como si fuéramos nosotros los que lo hemos descubierto, después de estar sesenta años repitiendo de memoria que sí lo era, como defendemos el arte abstracto como el colmo del arte pictórico, porque así han alimentado nuestro afán de saber y con esa creencia defenderemos a ultranza esta postura como si fuera un dogma, aunque en nuestro fuero interno sepamos que los que teóricamente mas saben están cometiendo un error.

En otros tiempos esta actitud la adoptaban los PAPANATAS Y LOS MENTECATOS, pero ahora los que la adoptamos somos los "ESNOB" que equivale a lo mismo, solo que si te llaman así, mas que parecer una afrenta, parece que sea un cumplido. Este tipo de cosas no solo ocurre con las personas, a veces también sucede con las cosas y así nos encontramos con que lo que antes era un "cuchitril" ahora es un BUNGALOW y a nadie le da vergüenza decir que vive en un BUNGALOW y sin embargo si le da vergüenza decir que su casa es un cuchitril, porque dicho de esta forma se enfrenta a su realidad.

No tenemos inconveniente en aceptar como obra de arte, un cuadro de Miró o de Picaso aunque tengamos nuestras dudas, por el solo hecho de que alguien más docto que nosotros nos lo asegure o simplemente por la mano que lo firma.
Sin embargo jamás he visto pintado en un muro La Fragua de Vulcano o la Rendición de Breda y en cambio he visto hasta la saciedad el cuadro de Guernica. Y no hay que ser muy docto para comprender, que eso ocurre porque los dos primeros son verdaderas obras de arte y el de Guernica cualquiera que sepa medianamente dibujar, incluso yo, podría repetirlo sin ningún esfuerzo, con todo lujo de detalles.

Deberíamos reconsiderar los méritos en base al esfuerzo que requiere cada logro y, por qué no, al sacrificio moral y físico que supone su ejecución. No es justo que alguien gane un disparate de millones de euros por fichar con un equipo, para hacer lo que más le gusta, cuando estoy seguro que ese futbolista o cualquier otro deportista de élite, si se lo prohibieran, pagaría por poder desarrollar su actividad.

Los artistas, los deportistas, incluso los políticos actúan en lo que les gusta. ¿Qué mayor felicidad que hacer lo que uno quiere? LO QUE SÍ ES DURO Y DEBRIAMOS EMPEZAR A VALORAR COMO EL MAYOR DE LOS MÉRITOS, ES ESE ESFUERZO DEL DÍA A DÍA PARA PODER LLEGAR A FINAL DE MES CUMPLIENDO TODOS NUESTROS COMPROMISOS Y CUBRIENDO TODAS NUESTRAS NECESIDADES A BASE DE HORAS EXTRA O PLURIEMPLEO SI FUERA NECESARIO Y ASÍ AÑO TRAS AÑO, DE FORMA QUE CUANDO LLEGA LA MUERTE LA RECIBIMOS COMO A UNA AMIGA.

Eso es lo que yo opino de todos los que van pasando por esta vida sin pena ni gloria, acomodados a cualquier coyuntura y aceptando si fuera necesario cualquier empleo, aunque esté por debajo de su cualificación, si con él, están más cerca de cubrir sus necesidades, unas necesidades en las que solo tienen ojos para ver las de sus hijos, tanto en el presente como en el futuro.

Por eso, dentro de su aparente conformidad, siempre están ojo avizor a la espera de cualquier viento mas favorable que les permita disfrutar de un instante de gloria.