jueves, 3 de octubre de 2013

PENSAMIENTOS, OPINIONES Y ALGÚN QUE OTRO HECHO VIVIDO

Si las circunstancias exigen poner a prueba a los amigos, sabremos que poquísimos lo eran.
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No ofrezcas jamás de palabra lo que no estás en disposición de satisfacer con hechos, y si estás en esa disposición nunca prometas lo que no estás dispuesto a cumplir.
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Si os aseguran que la mejor prueba para saber si tienes un verdadero amigo es comprobar si te perdonaría una deslealtad, quédate siempre con la duda.
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El por qué y para qué se hacen las cosas es fundamental a la hora de valorarlas.
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Cuando el pecado de la avaricia cede a la mezquindad, debería redimirse al que la padece por sus propios sacrificios.
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Los que escriben, siempre consideran que lo que el lector pasa por alto es una tristísima pérdida.
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La ignorancia no exime la responsabilidad, pero si esa igonorancia surge del engaño malicioso siempre debería quedar exonerada.
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La ignorancia no creo que pueda conseguir altos logros, pero sí se cometen por ella los más atroces atropellos.
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Siempre estuvo entre mis mas altos anhelos, el que acaeciese la ruptura del hilo de mi vida, sintiendo que una mano amiga apretase la mia. Láquesis, mientras hilaba, adornó a veces la blancura del hilo de mi existencia con hebras doradas, pero fue tan severa y reiterativa ensombreciendolo con la lana negra de la desdicha que, quizás, queriendo nivelar penas y glorias, debió hacer algún añadido a mi longevidad para propiciar el equilibrio en la balanza.

Tantas veces confundió a Atropos con su estratagema, que sintiendo ésta vulnerada su impecable e implacable puntualidad, de la que siempre había hecho gala, cuando ya nada impedía que diese el tijeretazo no lo hizo, habiéndose negando en cada ocasión, desde entonces, como muestra de agravio hacia su hermana al pretender hacerla caer en tan ingenua farsa. 

No son muy buenas las relaciones de las dos hermanas debido a esta veleidad sin precedentes, en la que Clotos, no sé por qué extraña superstición, creo que está también implicada ya que de lo contrario ¿de que forma hubiera podido Láquesis prolongar mi longevidad si Cloto no le hubiese hilado las hebras necesarias para el añadido?

He me pues aquí, viviendo de prestado y sin temor a una muerte inmediata, ya que el rencor entre los dioses dura mucho y Átropos no cortará el hilo de mi vida hasta que su, o sus hermanas le den una convincente explicación por su insólito comportamiento. 

Por mi parte, yo busco también la verdadera causa, ya que no existe antecedente previo, que demuestre privilegios por falta de equilibrio en pesares y gozos. Ahí esta el libro de la historia que lo demuestra y no digamos de los casos que no pasaron a ese libro, plagados de penurias y tormentos inmisericordes.

Lo único que concuadra, si es que en los intringulis de tan altas divinidades se tienen en cuenta  ciertos anhelos, es que siempre que vino hasta mi la temible Moira, nunca tuve a mi lado esa mano amiga que apretase mi mano, por estar aislado del mundo exterior bajo los efectos de la anestesia en mis largas y difíciles intervenciones quirúrgicas, aunque después de pasado el peligro, gozase hasta el colmo de las atenciones de todos mis seres queridos.

Sea lo que sea, creí que debía aprovechar este regalo de la divinidad haciendo algo que fuera de utilidad para todos, pero mi empeño, como mi muerte, se retrasa mas y mas, quizás porque no he sabido elegir el camino o porque realmente no tengo nada que aportar, en cuyo caso solamente puedo repetir una vez mas: ¿QUE ESPERAS DE MI DIOS MIO?

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Cuando después de toda una vida confesé a un amigo el gesto que definitivamente me había convencido de su verdadera amistad, quedó perplejo y me aseguró que no recordaba nada de lo que le decía, pero el si hablaba y recordaba al milimetro todo lo yo había hecho por él, que curiosamente, tampoco yo recordaba.
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miércoles, 2 de octubre de 2013

DE LOS PROBLEMAS Y SUS SOLUCIONES

Si contempláramos el funcionamiento de una nación como si de una gigantesca y sofisticada máquina se tratase, y quisiéramos dar un diagnóstico válido ante un supuesto mal funcionamiento, utilizando la terminología aplicable a este tipo de supuesto, tendríamos que buscar un buen mecánico.

Cuando la avería correspondiese a una especialidad que no dominase el citado mecánico, habría que recurrir al asesoramiento de un técnico especializado en la función averiada, y a partir de la localización del desperfecto, procederíamos a la reparación del mismo, IDENTIFICANDO PREVIAMENTE LOS MOTIVOS QUE HABÍAN OCASIONADO LA AVERÍA.

SI NOS LIMITAMOS A SUSTITUIR LA PIEZA AVERIADA SIN RESOLVER LOS MOTIVOS POR LOS QUE ESA PIEZA SE AVERIÓ, GENERALMENTE, EL ÚNICO RESULTADO DE LA REPARACIÓN SERÁ, SIN REMISIÓN, QUE VUELVA A AVERIARSE LA MISMA PIEZA POR EL MISMO MOTIVO.

Una lámpara que se haya fundido por el intermitente cortocircuito que se produce al rozarse dos cables mal protegidos, por muchas veces que se cambie, volverá a fundirse por el mismo motivo, tantas veces como esos cables vuelvan a rozarse, por lo que sería absurdo aplicar esa solución, si previamente no se han sustituido también los cables deteriorados.

Si continuamos este análisis político, comparándolo con la mecánica, observaremos que si el mal funcionamiento de la máquina se debe a que un determinado engranaje de enlace tiene un diente roto, inmediatamente habrá que cambiar esa pieza ya que de lo contrario ese mal funcionamiento degeneraría en el rompimiento de los engranajes adyacentes en el momento en que se produjera una trabazón, con el consiguiente colapso generalizado.

No es muy gratificante descubrir que nuestra participación en el funcionamiento de esa ingente máquina, traducida a la nomenclatura de los elementos de este tipo de estructuras, se pueda traducir a lo que pudiera ser un soporte, un muelle, un tornillo, o una vulgar arandela, pero si tenemos en cuenta que estos humildes elementos son los que en su conjunto forman parte de una pieza y ésta a su vez es indispensable para la buena marcha de la máquina en su conjunto, es obvio que nunca habrá un solo elemento que se pueda desmerecer a la hora de valorar los resultados por ella obtenidos.

Siendo evidente que el instinto de agrupación del hombre, es la respuesta, más o menos soterrada, a su constante instinto de superación, que va un paso por delante al de su propia evolución, cuyo fin último, aunque sea de forma inconsciente, es llegar a la perfección, no nos queda mas remedio que reconocer, como ya dije al hablar de la cédula..., que al agruparse, persigue una mejora que justifique las renuncias y obligaciones que a nivel individual tenga que afrontar en bien de la comunidad de que forma parte, con la pretensión, también posiblemente inconsciente, de que ese conjunto llegue a alcanzar la perfección que para sí, de forma particular anhela.

La diferencia que existe entre los hombres y los distintos elementos o piezas de una máquina, radica en que el hombre puede actuar por sí mismo, valiéndose además de la máquina para cubrir sus propias limitaciones, mientras que las máquinas, por muy sofisticadas que sean, siempre dependerán del hombre, que es el que establecerá los cánones que la máquina indefectiblemente tendrá que cumplir, aunque en muchísimos casos sus prestaciones puedan superar a las que el hombre pudiera conseguir por sí solo.

Esta superioridad del hombre respecto a la máquina es la que da al traste, hasta el momento, con esa hipotética máquina humana que podría funcionar en un mundo verdaderamente civilizado, en el que no cupiera ningún tipo de corrupción; en el que las ideas se valorasen por su bondad y no por quien las pudiera proponer; en el que el día a día fuese la escuela que nos enseñase los caminos que teníamos que seguir y cada cual se esmerase en corregir sus posibles defectos, ayudados precisamente por esas máquinas que jamás nos engañan y por último, en un mundo en el que, de los integrantes del conjunto, nadie se quisiera destacar de los demás por fuera de las competencias que el conjunto le hubiese atribuido, sin que en ellas hubiese ambigüedades que pudieran crear la más mínima polémica.

De este modo, la maquinaria política funcionaria como nuestro propio cuerpo, que la mayor parte de sus problemas los resuelve por sí mismo, comunicando de inmediato cualquier anomalía o deficiencia a los adecuados órganos, para que ellos, remedien de una forma u otra, sus carencias o sus excedentes según convenga. 

Salvo por incapacidad, todos sabemos cuando estamos cumpliendo con nuestra obligación, y si todos y cada uno de los elementos que formásemos parte de esa máquina funcionáramos de acuerdo con las perspectivas que de nosotros se espera, la máquina en conjunto tendría que funcionar a la perfección.

La inexistencia de ese mundo propuesto que de algún modo debiéramos conseguir y la inobservancia de esas normas, que no sé por qué en nuestro mundo no se imponen, da lugar a la necesidad, teóricamente imprescindible, de la presencia de instituciones, agrupaciones, consejos y colectividades que supervisen la buena marcha de otras instituciones, agrupaciones, consejos y colectividades, lo cual encarece, y en muchos casos arruina, nuestras reservas, como hemos podido comprobar en más de una ocasión.

Unos estamos controlados por otros; los otros están controlados por los de mas allá; los de mas allá están controlados por aquellos a los que le pueda corresponder, para que una vez finalizado el ciclo, los que controlan a todos los demás, sean controlados a su vez por los que anteriormente fueron controlados por ellos y así en una cadena cuyos resultados todos sabemos, pero que muy pocos se atreven a denunciar, entre otras cosas, porque cualquier denuncia está abocada al fracaso, ante un sistema que invita a la corrupción, provoca la decepción, propicia la falta de estímulos y nos arrastra a todos a una vorágine en la que precisamente por la excesiva burocracia, unos se tapan a los otros, rehuyendo cumplir con sus obligaciones cuando se vislumbra que su actuación pudiera suponer el enfrentamiento con otros más altos estamentos.

¿De qué nos sirven pues, ciertas instituciones que lejos de cumplir las tristes exigencias que les encomendaron, no solo las desatienden sino que incurren en los mismos vicios que tenian que perseguir, poniendo además tantas trabas como les es posible, para que el que se atreva a hacer lo que debieran hacer ellos, fracase en aras a quién sabe qué intereses?

Limpiemos de una vez ya esa parva y dejemos actuar exclusivamente a quienes consideremos dignos de nuestra confianza. PERO NO UNA CONFIANZA HEREDADA DE NUESTROS ANCESTROS O BASADA EN UN ESNOBISMO TRASNOCHADO, SINO FRUTO DE LO QUE LA HISTORIA NOS ACONSEJA A TRAVÉS DE LOS EJEMPLOS QUE NOS PERMITEN CONTEMPLAR UN BUEN HACER DEMOSTRADO Y UNA HONESTIDAD CONTUNDENTE.

Recuerdo algunos artículos que de forma festivamente exagerada, hacían alusión a algunos de los motivos que impiden el buen ritmo de la economía de un país y de ellos hay uno que hablaba sobre el último censo de la población, del que una vez descontados los niños, los incapacitados, los jubilados, los enfermos, los políticos, los guardias municipales, los policías, los jueces, los fiscales, el ejercito, la marina, las órdenes eclesiásticas, los empleados del gobierno, los estudiantes, los presos, los deportistas, los alcaldes, los concejales, los sindicalistas, los vagos, los borrachos, los drogadictas, los delincuentes y un sin fían de actividades que ni por asomo contribuyen al incremento de la producción, QUE ES LA QUE NOS MANTIENE A TODOS, quedaban cuatro gatos para producir riqueza, dependiendo solo de ellos el PRODUCTO INTERIOR BRUTO QUE NOS AVALA ANTE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL.

No he querido exagerar tanto como lo hacia el autor de este articulo que llegaba a la conclusión de que solo era él el que trabajaba, pero si es cierto que si sumamos la cifras a las que asciende el número de cada una de estas "ACTIVIDADES NO PRODUCTIVAS", EL TOTAL ES ESCALOFRIANTE

NO CREO QUE, SALVO LOS QUE QUIERAN ENRIQUECERSE RÁPIDAMENTE, HAYA MUCHOS QUE HOY SE AVENTUREN HONRADAMENTE POR EL CAMINO DE LA POLÍTICA.

BENDITOS ESOS POCOS, PORQUE EN SUS MANOS ESTÁ NUESTRO FUTURO SI ES QUE ESA MINORÍA ALGUNA VEZ PUDIESE GOBERNAR EN UNA DEMOCRACIA DE LA QUE SOLO QUEDA EL NOMBRE, PERO TANTO A ELLOS, PARA UN BUEN HACER,  COMO A LOS OTROS, PARA QUE HAYA MENOS CON LOS QUE TENGAN QUE REPARTIR, EN BIEN DE TODOS ACONSEJO QUE HAGAN DESAPARECER DEL MUNDO POLÍTICO TODO AQUELLO QUE ES INNECESARIO.

PERO COMO ES DE SUPONER, NO CREO QUE MI PROPUESTA VAYA A PROSPERAR DEL LADO DE LOS QUE EN SEGUNDO LUGAR HE ALUDIDO, YA QUE SERÍA DEMENCIAL PARA SUS INTERESES EL QUE PRESCINDIERAN PRECISAMENTE DE AQUELLOS QUE, EN COMANDITAS, LES SUELEN SERVIR DE ESCUDO Y TAPADERA.