lunes, 29 de octubre de 2012

CARTA ABIERTA A DIOS

Haz un breve impasse en tu quehacer cotidiano, Oh Dios, y presta atención a mi cuchicheo.
No he querido molestarte hasta hoy en que me encuentro sumido en total impotencia, después de más de treinta años de lucha. Mis compatriotas  no me escuchan y hasta a mis más allegados les resulta difícil disfrazar una sonrisa condescendiente cuando les manifiesto mi propósito.

Jamás he luchado tanto para conseguir mis metas personales y quizás por ello, aquí me ves, sin haber sido siquiera escuchado por mis ansiados oidores, al no presentarme ante ellos como una personalidad relevante.

España, ¡Tu España!, está atravesando un mal momento y yo sé como ayudarla, pero no encuentro la forma de llegar hasta quienes tienen que comprobar la bondad de mi programa, que seguro has sido Tú quien me lo has inspirado.

Parece que no se den cuenta de que lo que equivocadamente llaman crisis no es mas que "la consecuencia lógica a nuestro latente bienestar que se extingue."

Nadie puede luchar contra lo imposible. La competitividad a la que nos enfrentamos es insostenible,  pero si paralelamente a las medidas de recorte que está impartiendo el Gobierno, pusieran en practica mi Programa, que gracias a su simplicidad no seria ni minimamente traumático, conseguiríamos de inmediato solucionar al 100%  el problema de financiación de las empresas y disminuiriamos el costo del Producto Interior Bruto en no menos de un 30%, lo cual sería una verdadera válvula de respiro, que se reforzaría con otras ventajas que surgirían de inmediato por la sola aplicación de mi plan.  
NO TEMAN, LOS BANCOS REALIZARÍAN UNA LABOR ENCOMIABLE EN MI PLAN CON MÍNIMOS DESEMBOLSOS Y CON "0"% DE RIESGOS.

Por eso recurro a Tí, oh Dios, pensando que no me he precipitado para pedirte ayuda; que mi ruego persigue el bien de todos y no mi lucro personal y que además ya me siento lo suficiente viejo, enfermo y cansado como para pensar que cualquier día me has de llevar, yéndose conmigo, SI NO ME ESCUCHAS, lo que creo que un día me inspiraste para salvar a España, ¡Tu España!, que tantas veces lucho para expandir Tu Gloria.