jueves, 16 de julio de 2009

¿FATALIDAD?

En el patio de mi casa, entre los frondosos tallos que cuelgan de una maceta alojada en un papagayo de goma multicolor, pendiente de uno de los palos del alero del tejado, una pareja enamorada de tejedores fue hilvanando, de forma inverosímil, lo que después fue un precioso nido. Fueron esquivos en un principio ante nuestra presencia, pero con el tiempo, se acostumbraron a ella, entrando y saliendo de lo que ya era su casa, a la que prohibí terminantemente que nadie se acercara, con un desparpajo y gracia que hacia las delicias de todos los que tuvimos la satisfacción de ver el progreso de su obra, digna de encomio.
Lo que en principio fué un conjunto de diminutas lianas enredadas, parte, entre los tallos y las hojas y el resto colgando hacia el suelo, como por arte de magia, en pocos días, se transformó en una delicada bolsa a la que se accedía por un corredor lateral, de abajo hacia arriba, para después volver a bajar al nido propiamente dicho.
El dedito de nuestra asistenta, a pesar de mi prohibición, fue escrutando periódicamente el interior del nido, informándonos cuando pusieron los huevos, el número de ellos (dos), cuando eclosionaron, así como cualquier otra información que le pareciera digna de comentar, a pesar de mis reproches. También fue ella la que una mañana nos informó que un gato de la vecindad, había aniquilado el nido.
Me sentí en cierto modo culpable, porque siempre ví que estaba construido a muy poca altura, pero también es cierto que nunca había visto a ningún gato en mi patio y además el nido estaba muy bien camuflado. De todas formas ¿de que servia ya lamentarse?.
A los pocos días vimos entrar de nuevo a la pareja, era obvio que los padres se habían salvado de la masacre, y aunque cabía la posibilidad de que se tratara de otra pareja diferente yo prefería creer que eran los mismos. Por si decidían de nuevo anidar allí, recorté las guías que caían, dejando su cascada a considerable altura y colgué al papagayo de su asa anulando el mas de medio metro de soga de la que colgaba, ganando casi metro y medio de altura y siendo ya muy poco probable que gato alguno pudiese alcanzar al nido si allí se construyera.
Los tejedores son pajaritos muy pequeños, bastante mas pequeños que los que en mi tierra se conocen por gafarron o verdecillo, pero el pájaro mas diminuto es el colibrí, mas parecido a un insecto que a un pájaro, aún así y contrariamente a lo que se pudiera esperar, cuando los tejedores habían terminado su nido, apareció por mi patio un colibrí y al revolotear por su entorno, el macho tejedor no permitió su presencia y trató de intimidarlo. Es algo que vimos todos. El colibrí se marchó, pero después, aprovechando cualquier descuido, llegaba al patio y directamente hacia una incursión sobre la estructura del nido, desenredando poco a poco los puntos de anclaje de los que se sostenía. Esta estrategia también la vimos todos, teniendo que, para conseguir que se marchase, amenazarlo con la escoba, ya que ni las voces, ni los gritos, ni las palmas conseguían intimidarlo para que desistiera en su empeño, obcecado en su venganza. Tal es así, que en poco tiempo desenredó las ligaduras y por su propio peso, el nido, cayó al suelo.
En ciertas cosas no es bueno que los humanos intervengamos en los asuntos de los animales, pero no pude evitar el recoger el nido y situarlo tal como estaba, haciendo un enmallado con papel de celo que lo sujetaba de forma consistente. Los pajaros despues de lo ocurrido desaparecieron temporalmente, pero de nuevo han acudido al nido y parece que han aceptado los cambios observados, lo que me cogratula infinitamente. No obstante, dentro de mi alegria, no puedo evitar pensar ¿que nuevo enemigo les puede surgir?, ¿qué influjos marcan el destino de los seres y de las cosas? Pero lo que mas malestar me ha dejado ha sido el "dichoso colibrí" en el que he visto el odio, el rencor y la maldad que creia vicios privativos de los humanos y al apreciar tantisima carga de perversión en un ser tan diminuto, me doy cuenta que estamos practicamente desamparados si es que alguien se propone hacernos daño porque realmente no existe "enemigo pequeño".

martes, 7 de julio de 2009

SI NO TE HUBIERA CONOCIDO

Me llevaré el calor de sus pisadas

gravadas en los atomos del polvo

y con afán, tamizaré del aire

los espacios antiguos,

donde volaron por doquier sus lazos.

Sumido en este juego,

que es como un embeleso,

aspiraré el aroma que esparcido

dejó en el aire su perfume asido.

Y sin buscar descanso,

en este desacato

a la logica y al tiempo,

recogeré las piedras

que intuya que a su paso

rozó su pie divino.

Sentado allí en la acequia,

al rumor de las aguas cantarinas,

en horas desoladas

arrancaré unos versos a las rimas

que en acróstico idilico

convertiré en estrofa enamorada

que brindaré a quien existe,

aunque no me conoce,

pero sabe que me ama.

Congelemos el tiempo.

¡Que mis versos no lleguen!

Que mi mente nocturna

la conciba entre sueños

por el calor de sus pasos,

por su fragancia vertida,

por su aliento venerado

como una santa reliquia,

por sus lindos lazos blancos

por sus trencitas de niña.

y que ella engendre a mis hijos

tres varones y una niña,

por un milagro del Cielo

ya que Dios así lo dicta,

sin que mi cuerpo le roce,

sin gozar de sus caricias

y ella alegre y primorosa

en las aguas cantarinas

de la misma acequia, aquella,

donde leyó un día mis rimas,

con sus tenues manecitas

vuelva a lavar sus pañuelos

vuelva a jugar con sus primas

a quien contará sus sueños,

retazos de nuestras vidas,

sin que nunca llegue a verme,

sin que llegue a conocerla.

sábado, 4 de julio de 2009

MUCHO ANTES DEL ULTIMO CUPLÉ

Ayer cumplí setenta y cinco años y dando un repaso mental me di cuenta que ya faltan muchos de los amigos de mi generación, aquellos que en cualquier oportunidad, sin importar la hora ni el lugar, estábamos dispuestos a jugar al Soldado Tieso, al Quedo, a la Taba, al Guá, al Rolde, o a la Primera sin Tocar; después seria a las carambolas y a la Cuarenta y Una y después, algún que otro domingo y algunos festivos al Cinquet, a las cuatro cartas o al Orón.

Cada cual llevaba a cuestas su anecdotario personal mas o menos abultado, confiriendo todos de forma tácita al que tenia el historial mas interesante, cierto carisma de autoridad sobre el grupo, que se hacia notar en las decisiones finales que siempre venia a tomarlas el mismo.
En mi pandilla nuestro jefe indiscutible era Horacio El Viejo. Podía tener tan solo un par de años mas que los demás, era sensato y sus decisiones solían ser del agrado de todos, quizás por el respeto que nos inspiraba. Podía considerarse como su lugarteniente a Pascualico "El Tartana", que no le caía bien a muchos, pero que El Viejo, siempre aceptó como su segundo y por tanto nosotros también.
El resto del grupo eramos una chusma sin voz ni voto, aunque en ausencia de los altos mandos, Pedro, el único que no tenia mote del grupo, lograba alzar su voz. También eran miembros del grupo: Alejandro "El Calderilla"; Armando "El Morrogoma"; Antoñín "El Cabecilla"; Vicente "El Chato"; Pepe "El Flaco"; Pepito "El Cinco Minutos"; Luis "El Sevillano"; Angelito "El Cuco"; Juanji "El Cabezabuque" y algún que otro que venidos de otras calles se unían al grupo , si llegaba a caernos bien. Un servidor siempre fue Juanito y cuando se enfadaban conmigo me decian "El Cabra".

Horacio El Viejo, nuestro líder, no sé por qué razón, era también EL NUMERO UNO EN TODAS LAS ACTIVIDADES. Tanto jugando a la trompa, como a Membrullo, como al Guá o El Rolde. Corría mas deprisa que cualquiera de nosotros y era un excelente delantero de fútbol. Yo tuve el privilegio de formar parte del equipo Real Halcón, en el que también jugaba mi amigo Horacio y el que de por vida seria mi mejor amigo Antonio Vidal, es decir "Antoñin "El Cabecilla". Aún recuerdo a la perfección el magnifico gol que marcamos a la limón El Viejo y yo y que nos valió el campeonato del barrio. Cogí el balón en la linea media y zizzagueando lo pasé a Horacio que aguantándolo un poco permitió que me adelantase devolviendome el balón; calqué su misma jugada y se lo devolví ya en el área pequeña y cuando le acosaron los defensas me lo volvió a enviar ya con el portero desguarnecido y yo solo tuve que empujar la bola. Fue precioso y nunca lo olvidaré.
Como por arte de magia nos desvanecimos todos como en un ensueño y nos perdimos la pista; yo cambié de grupo y salvo con Antoñín "El Cabecilla, desde hace muchisimos años Monje en el Monasterio de Silos y con el que todavia mantengo un estrecho contacto, ignoré casi por completo la vida de los demás, enterándome tan solo de temas muy puntuales y generalmente desagradables y así hasta el momento de venirme a Colombia. 

Es curioso que de aquellos amigos de la calle uno se hiciese cura y otro fraile y no deja de ser anecdotico el que unas horas antes de venirme para América me encontrara con Pepito "El Cinco Minutos" al que hacia años no veía y que me manifestó unas muestras de afecto que me llegaron a emocionar, recordándome cosas que yo ya había olvidado.

Quiero en su honor y para su recuerdo, relatar el por qué de su mote, aclarando que cuando se lo pusimos podría tener unos doce años y por aquel entonces, sabiendo todos que no era muy bueno en estos menesteres,  contaba satisfecho que había salido un domingo con su bolsa de bolas y en la Plaza de Arriba había encontrado a un grupo jugando y que en cinco minutos les había ganado tres pesetas. El mote inicial fué "Cinco minutos tres pesetas" pero para hacerlo mas corto se quedó en "Cinco minutos". No tuvo mas cultura que la que pudo obtener de los libros, que vendió a lo largo de casi toda su vida, pudiendo manifestar sin miedo a equivocarme que siempre fue uno de los hombres mas elegantes que he conocido.

 Al despedirnos, no sabiendo que hacer para complacerme y conociendo desde siempre cual era mi tendencia política, me dijo: "Juan, tu ya sabes, yo siempre con los míos aunque sepa lo mal que lo están haciendo; no te prometo que en las próximas elecciones vaya a votar por los tuyos, sabrías que te estaría mintiendo, pero si te prometo que me abstendré. Realmente nos despedimos con muchísimo cariño y desde aquí, si vives, te envió un abrazo, perdonándote si es que no cumpliste con la promesa que me hiciste en cuanto a que te abstendrías en tu voto. 

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Según la información recibida hace unos minutos, parece ser que La Unión Europea ha decidido ampliar el horario máximo de la jornada laboral, dependiendo la aplicación de esta decisión, de la legislación interna de cada país de la comunidad y de la negociación de los Convenios Colectivos de sus Sindicatos.
Tras esta información, se aconseja una energica oposición para que no llegue a entrar en vigor esta medída que reduciria considerablemente nuestras horas de asueto.
Lamento mucho discrepar de los que aconsejan oponerse radicalmente a esta medída y me identifico totalmente con el acuerdo adoptado. Nuestro problema economico, mal llamado crisis, no es otra cosa que la consecuencia de nuestro standing. Nuestra superproducción y la falta de competencia, hizo posible que nuestros articulos fuesen adquiridos, por razones, en muchos casos, de primera necesidad, pero la respuesta de los demás paises a sus propias necesidades ya fué un varapalo que se fué notando en nuestra economia. Actualmente ciertos paises, por aquellos tiempos considerados tercermundistas, sacaron pecho y se permitieron competrir con nuestros productos y como la técnica, en la actualidad, solo se impone en muy determinados articulos, y el precio sin embargo si que afecta a todos, ha ocurrido lo que tenia que ocurrir. El bajo coste de la mano de obra de los paises, no hace mucho, obligados consumidores, ha permitido a estos, con una técnica suficientemente depurada poner en el mercado articulos con los que los nuestros, ni en sueños, podrian competir. Nuestros logros, son ahora nuestros verdugos, teniendo que enfrentarnos ante una masa que no mira el reloj mas que a la hora de entrar por temor de haber llegado tarde y no lo mira nunca al salir porque con su exiguo salario no le importa hacer mas horas que un relój. En pocas palabras, la rotación economica; el milagro español de los años 60, el paraiso para los inversionistas, que no pueden mantener sobre mullidos lechos a trabajadortes que les han venido exigiendo cada día mas y mas con el apoyo iracional de unos Sindicatos politizados, que con sus logros de pacotilla nos han puesto a todos en la picota.
Recuerdo por los años setenta, en una crisis, esto si lo era, aunque la amenaza de lo que iba a ocurrir ya estaba latente, que hubo una serie de huelgas en la provincia de Alicante, en el Sector del Calzado. Los huelguista en Elda, mi pueblo, sede de la Feria Internacional del Calzado por muchisimos años, antes de reunirse en El Parque para oir los mítines de los cantamañanas de turno, se repartian por los bares del entorno, acudiendo en grupos que llenaban cualquier chiringuito donde se sirviera café y copas. Era patético ver como a la puerta de los establecimientos aparcaban los vehículos de los huelguistas, con marcas y modelos en muchos casos envidiables, y de su interior bajaban sonrosados y muy bien trajeados, con un puro habano Montecristo en la boca, los que para mi concepto de huelguistas se me antojaba debian ser famelicos desheredados, explotados por mano impía.
Estas excursiones que consiguieron pan para hoy y hambre para mañana puede que muchos piensen que son logros y los que los disfrutaron siempre podran decir: "que nos quiten lo bailao", pero si fueran sinceros tambien dirian que en el periodico local en mas de una ocasión apareció algún anuncio diciendo: "REGALO FABRICA DE CALZADO" y si siguieran en esa linea de sinceridad reconocerian que infinidad de empresas en las que el propietario propuso transformarlas en cooperativas, no fué aceptada la propuesta porque en su caso, los antes trabajadores, ahora socios, tenian que firmar como avalistas en el banco para conseguir una clasificación comercial. ¿Cuantos cientos de empresas se tuvieron que cerrar al no poder acceder a las desmedidas pretensiones sindicales? El cierre de tantisimas empresas no supuso nada, lo verdaderamente importante es que habian ganado la huelga.
Ahora luchamos contra algo imparable; la medida de la Unión Europea a mi criterio es insuficiente, habria que renunciar a muchas cosas mas. Pero ¿como atreverse a proponer medidas mas drásticas si el incremento de las horas de trabajo ya resulta insultante?
El criterio de las personas cambiará, pero para eso tendrán que sentir los rigores de la necesidad. ¿Cuantos parados suspirarian aliviados si encontraran un trabajo con el horario que se propone? Yo creo que no habria ninguno que no lo aceptase con gusto. Y lo curioso es que sinceramente, salvo en los productos que todavia no sufrimos competencia, va a ser muy dificil podernos mantener, salvo que la producción se delimite a cubrir nuestras propias necesidades y esto, siempre que se fijen impuestos arancelarios a los productos de importación.
Veo bien que estemos unidos en lo que de forma evidente y sin lugar a la menor duda debamos apoyar, pero en este caso, como en otros muchos en los que se nos invita a apoyar u oponernos a cuestiones que tienen un trasfondo, seamos mas sensatos al lanzar nuestra opinión y nuestro consejo.