sábado, 21 de marzo de 2009

¡DE QUE NOS SORPRENDEMOS?

La experiencia te vá haciendo cada vez mas desconfiado en las relaciones humanas. Es raro que en poco tiempo no te sorprendas ante algo nuevo que nunca hubieses podido sospechar, bien sea a tu costa o a la del vecino, comprobando que el ingenio mal intencionado, la mentira, el cinismo y todos esos vicios tan generalizados no tienen límite. Lo bueno, es que por esa misma experiecia te das cuenta de las muchisimas virtudes que el hombre encierra y es por eso por lo que en muchos casos nos dejamos engañar, cerrando los ojos y pidiendo haber acertado en cualquier noble acción. Hay quien considera que negandole a todos, jamás serás victima del engaño, pero se descuida la posibilidad de hacer un bien a quien se lo merece y realmente lo necesita. Mi decisión desde hace largo tiempo fué responder positivamente ante cualquier suplica, si estaba al alcance de mis posibilidades, sin tener en cuenta el que podia ser engañado en cuanto al destino que pudiese darse a mi dádiva, imaginando siempre y deseandolo tambien que se emplease para el fín para el que habia sido solicitada, pensando en todo caso que si no era para eso, yo si la habia dado con ese fin y mi actitud no se desmerecia porque el solicitante me hubiese embaucado con mentiras. Allá su conciencia.
Otra de las cosas que dá la experiencia es la capacidad para no sentir asombro ante nada. Si oyes que ha nacido un pollo con tres cabezas ni te inmutas, en todo caso lo imaginas y te repele o nó dependiendo de donde le imagines esas cabezas o del dibujo mas o menos bonito que tu mente haga de las mismas. Por eso me parece casi natural que sea posible obtener un ejemplar vivo de cualquier dinosaurio con solo un trocito de una de sus uñas. Y visto este ejemplo ¿que nos puede sorprender? Pues ya veis, nos sorprenden y regalan nuestro espiritu esas noticias que dan de pasada en las que comentan que un indigente ha devuelto un maletín lleno de dinero, que alguien se ha brindado para ceder un riñón a un amigo deshauciado, que un joven ha obtenido un título universitario trabajando para financiarse por si mismo los estudios, que se rivindica el honor de una persona después de haber sufrido prisión por un error judicial, que alguien desde años dona su sangre para los demás, que grupos de jóvenes se unen a las ONGs, para colaborar con su trabajo y sus conocimientos en ayuda de Dios sabe que país y hasta nos emociononamos cuando vemos que hay todavía quien cede su asiento a un anciano o una embarazada y por qué nó a cualquier dama, aunque algunas se sientan ofendidas por ello.. Ya veis porque poco nos sorprendemos y nos emocionamos. En mi caso, quizás sea porque añoro ciertas cosas que viví cuando era joven y se han ido olvidando y otras de las que me hubiese sentido muy orgulloso si las hubiese hecho y otras mas, que aunque aquí no las cite me hubiera gustado hacer y todo lo que se añora o hechas en falta para llenar los huecos que quedan vacios en tu bagaje espiritual es lo que realmente tiene importancia.¿ De qué me sirve que hagan artificialmente dos ovejas identicas si ya no hay quien ceda su asiento a una anciana?, ¿de que sirve tanto avance si las cosas que podrian endulzar esta vida se sustituyen por la incomunicación y por el estrés?, ¿De que sirven tantos avances si en lo mas elemental estamos retrocediendo?
Por eso es que recordando lo que aún tuve la suerte de vivir, al menos en lo que fué mi entorno, estoy seguro de que si dispusiese de esa máquina genial, que algún día puede que exista, que me permitiese viajar a cualquier época, no dudaria en absoluto VOLVER AL PASADO.

viernes, 20 de marzo de 2009

COSTUMBRES Y ANECDOTAS

Nunca es bueno generalizar, pero para poder hacer notar la idiosincrasia de una mayoria,, no nos queda otro remedio. El lector siempre es inteligente y sabe que en todo hay excepciones, pero si conoce al que escribe y sabe que siempre procura ajustarse a la verdad, tiene el privilegio de saber que se encuentra ante un hecho cierto. Aquí en Colombia, Dios está presente en cualquier clase de relación, bien sea social, comercial o puramente circunstancial. No hay inicio de conversación ya sea directa o telefonica en que no se comience indefectiblemente con un cordial saludo, preguntando como nos ha ido y como andamos de salud y es raro que al contestar a lo requerido no se acompañe la frase mas o menos "con la ayuda de mi Dios. Es una falta de cortesia despues del interés mostrado por una de las partes que la otra deje de hacer preguntas similares y en las contestaciones bien al principio o al final es raro que no se mencione a Dios, pudiendo ser este intercambio de saludos mas largo que la conversación misma, por lo que a veces me desespero.
Otro lugar en el que está visible la palabra Dios es en los carros, (coche en nuestras latitudes), la frase "Dios es Amor" es raro que no aparezca en el cristal trasero de cualquier vehiculo, o alguna otra que le haga alusión; yo la he visto incluso en lo que aquí se conoce como "carro mulero" que en su nombre ya lleva la definición, aunque en estos, la frase vá pintada en alguna de sus tablas laterales o posteriores. Al pasar por la puerta de cualquier iglesia, bien sea a pie, en el autobus o en tu propio carro, un porcentaje altisimo de personas se santigua. Esa costumbre tambien la veia en mi juventud en España pero se fué perdiendo y creo que ahora solo se vé en alguna anciana o en personas muy devotas.
El tema de la educación tiene una importancia primordial; la escolarización está practicamente generalizada, salvo una minoria, en barrios muy marginados y nunca porque no haya plaza para esos niños sino por la desidia de unos padres irresponsables, para eso y para cualquier otra cosa, de los que por cierto, lamentablemente, tambien tenemos alguna muestra por España, pero ese porcentaje es mínimo ya que os puedo asegurar que en su mayoria, se quitan el pan de la boca para poder pagar los libros y los útiles del colegio, así como los uniformes, porque aquí al colegio se vá uniformado de pies a cabeza, siendo diferente la forma y el color en cada colegio así como los emblemas que lo adornan, siendo un bonito espectaculo ver pasar los autobuses o medios de transporte que se utilizan para llevarlos y traerlos a rebosar de niños y niñas tan pulcros y tan aseados.
Todas estas criaturas tienen que estar preparadas como mucho a las seis de la mañana para no hacer esperar el autobús que hace el servicio de recogida a domicilio y regresan a sus casas a las doce y media aproximadamente, hora que es la habitual para el almuerzo.
No es normal que dejen los estudios sin haber terminado el bachillerato y causa emoción ver que familias que cuentan con lo justo se esfuerzan por que sus hijos pasen a la universidad, teniendo que empeñar sus enseres o ponerse en manos de los prestamistas para poder pagar la matricula, los libros y el semestre que se cobra por adelantado y aún es mas emotivo ver que de esas familias surjen médicos, abogados, ingenieros, arquitectos,.. cuando sus padres y ellos mismos a lo largo de sus estudios han tenido muchos dias que ayunar bien el el almuerzo o en la cena porque no han tenido nada que llevarse a la boca. Puede que lo que digo parezca exagerado, pero es una realidad, no en una minoria sino mas bien en una inmensa mayoria, dandose el caso de que muchos estudiantes tienen a veces que perder un semestre por no haber sido posible conseguir el dinero suficiente para proseguir sus estudios ya que sus padres están todavía endeudados con los préstamos que sirvieron para pagar el semestre anterior. El Estado presta ayudas pero no todos pueden beneficiarse de ellas y aún así son insuficientes para cubrir todos los gastos, de ahí el que muchos a mitad de carrera tienen que abandonar sus estudios, cosa que no ocurre mientras en la casa aún queda algún medio, llegando a vender la casa o el taxi o la maquinaria que les dá el sustento antes que permitir que sus hijos no alcancen la meta que se han impuesto.
El cumpleaños de los hijos es sagrado y hay que festejarlo. Se suele hacer en la puerta de la casa donde se instalan mesas y sillas para los invitados y como nó, unos inmensos altavoces que a todo volumen no dejan de tocar ballenatos, cumbias y todo el repertorio de estas tierras formandose unos ambientes que en la realidad superan las escenas que nos han presentado en algunas películas. Si el cumpleaños es de algún quinceañero o quiceañera entonces se tira la casa por la ventana aunque para ello haya que empeñar el televisor, el frigorifico y la lavadora si es que se tiene, ya que salvo en las casas pudientes este artefacto se alquila por horas, habiendo empresas que se dedican a ello llevandolas y recogiendolas de los domicilios y es costumbre que alguna vecina la alquile por un día y la realquile a las demás vecinas haciendose, en ese día, la colada de toda la calle.
Otra celebración que nunca eluden es la del Niño Dios en la Navidad. Los Reyes Magos aquí no se celebran y es el Niño Dios quien trae los regalos a los niños y os aseguro que dentro de su humildad, no hay niño que no reciba el suyo, encontrandote al día siguiente con la sorpresa que en familias humildisimas los niños aparecen en la calle con hermosisimas bicicletas, patines, muñecas y toda clase de juguetes comprados a costa de "los paga diario" que les prestan un dinero que tendrán que devolver día a día con unos intereses abusivos y cuyo importe restringira sus posibilidades para adquirir articulos de verdadera necesidad. Sé que es una locura, pero me emociona que esos padres realicen esos esfuerzos para ver a sus hijos felices mientras juegan con lo que a ellos termina de arruinar.
Hasta hace unos meses, en los que la autoridad ha impuesto una norma que no se cumple (hecha la ley hecha la trampa); los préstamos se daban con un interés de un 20% mensual. No les parezca extraño, algunos se daban por un interés mucho mas alto. Si la cuantia era importante se hacian a través de una hipoteca y como generalmente no podia atenderse la amortización terminaba perdiendose la propiedad que pasaba a manos de los usureros. Lo mas frecuente son los préstamos de menor cuantia, cien mil pesos generalmente; el equivalente a la cuarta parte de un sueldo normal y lo que en España equivale a unos treinta euros, teniendo al mes que pagar ciento veinte mil pesos y en caso de no poder amortizar se pagan los intereses y otra vez a empezar, quedando todavía agradecidos al préstamista por el chance, pero en casos de fuerza mayor, por enfermedades o para poder pagar deudas acumuladas, o para dar la entrada de un taxi o la maquinaria para ganarse el sustento no queda mas remedio que hipotecar y esto suele ser el principio del fin de la casa que en muchos casos han construido con sus propias manos.
No sé si en alguna entrada he hablado de las relaciones amorosas, creo que algo si les he contado a mis hijos, pero aún a riesgo de ser reiterativo voy a insistir porque no tiene desperdicio: Si un hombre se acerca a una mujer( tengase en cuenta que digo un hombre y no un soltero) y la mujer lo acepta; si el hombre está en buena posición y mantiene a su enamorada no está mal visto, sobretodo si son ostensibles las muestras de su atención, vestidos, zapatos, bisuteria. Tener parado a la puerta un buen coche es signo de distinción. Si le pone casa ya es como si le hubiera tocado la loteria, esté casado o no, ya que lo normal es que el amante la saque de vez en cuando y la ayude economicamente con cantidades no superiores a lo que en España pueden ser quince o veinte euros semanales. En un caso así ya es un buenisimo partido, pero lo que le confiere todos los derechos es que le compre los muebles de la habitación, pudiendo acudir a dormir con ella cuando le apetezca aunque esos muebles estén instalados en la habitación que ella tiene en la casa de sus padres. Si las visitas a la casa de sus supuestos suegros se hace reiterativa y los contactos se realizan sobre una cama no comprada por el marido, (que así se llama a los galanteadores), pronto empezaran los comentarios. Si le compran la cama y despues de preñarla la abandona dejandole la cama, "por algún motivo será", pero si previamente no habias comprado la cama eres un canalla. Por eso es facil encontrar cantidad de jovenes de no mas de veinte años con tres o cuatro criaturas, con camas nuevas en casi todos los cuartos de sus padres pero sin ningún padre para sus hijos.
Aquí suele ocurrir que estén muy atentos a lo que dices, pero nadie te escucha: eso puedes comprobarlo dejando de hablar a mitad de una frase como si ya la hubieras terminado y seguro que asentiran a lo a que no has dicho porque en realidad no han escuchado nada. Voy a terminar contando una anecdota que como botón de muestra puede servir, aunque es una entre un millón: Habia un taxista que hacia el servicio en uno de los hoteles en que me instalé al principio de mi estancia por estos lares y normalmente lo contrataba en mis salidas. Hablaba por los codos pero de vez en cuando me daba entrada y en una de ellas me preguntó Sr. Juan en España Vd. ¿con quien vivia?, me gustó la pregunta porque con ella podia revivir bellos recuerdos y empecé un monologo en el que le di pelos y señales de la mi nunca bien ponderada esposa, de mis hijos, de sus trabajos de sus cualidades, de mis nietos, de sus nombres, de sus edades, en fin media hora mas o menos sin interrupción, un verdadero milagro con aquel tipo tan hablador. Terminada mi disertación y un poco avergonzado por haber mantenido la palabra por tanto tiempo quedé en silencio, con la irritante sorpresa de que su siguiente pregunta fuera "Sr. Juan, ¿Vd. tiene familia?

jueves, 19 de marzo de 2009

ALGO QUE NO PODRE OLVIDAR

Un repelente gato negro, con medidas fuera de lo común; tuerto de un ojo; con tantas cicatrices en su piel como fronteras hay en un mapa continental; arisco e inteligente como no he visto otro jamás, empezó a deambular por los tejados y los patios de una antigua casa de vecinos y las contiguas, tan grandes como a la que me refiero y con quizás mas vecinos que en la nuestra, y digo nuestra porque una de sus improvisadas viviendas la ocupaba mi familia en alquiler.

 Mas que por haberlo visto, se enteraron de su existencia por la información recibida tras las pesquisas que tanto los vecinos de una casa como los de la otra iban realizando en seguimiento de algo o de alguien que mermaba sus existencias de forma tan misteriosa y reiterada que ya empezaba a ser un problema de gran trascendencia en economías tan mermadas, teniendo en cuenta que estos sucesos ocurrieron en los primeros años de la posguerra civil española.

Llegado el momento en que todos sabían cual era el origen de sus males, se organizó una conjura tácita contra el pobre animal, cuya única maldad no era otra que la de tener mas hambre que sus victimas y ya no hubo quien descuidase en la cocina o en la despensa nada que pudiese terminar en la barriga del felino.

Como cada una de las cicatrices de aquel gato sin duda provenían de experiencias anteriores en algún otro vecindario, era tan astuto que a veces las pobres vecinas se encontraban la olla de barro volcada y rota, quedando de su contenido solamente la verdura y el agua desparramada, con la consiguiente alarma generalizada ante los gritos encolerizados de la victima de turno que trascendían a través de los patios.

 Los ayunos impuestos por aquel animal, levantaron las iras de todo el vecindario, de tal forma, que los deseos de no ver al animal merodeando por sus casas se transformó en un odio tal que había quienes lo esperaban al acecho con reclamos a los que ningún gato podría resistirse, esperando con paciencia con la esperanza de darle un estacazo que diese fin a sus fechorías, pero el gato era mucho mas inteligente que ellos y percibía el engaño, esperando agazapado a que su improvisado verdugo abandonase su puesto aunque solo fuera unos segundos para, con una rapidez pasmosa llevarse lo mejor de las viandas con la consiguiente desesperación del cazador burlado.

Se promulgaron edictos familiares con pena de muerte para quien dejase abierta la puerta del patio; se cerraron o condenaron las ventanas que daban al mismo así como los tragaluces, los respiraderos y cualquier hueco por donde cupiera una mano y los que disponían de una escopeta pasaban el día del domingo con ella entre sus piernas esperando verlo pasar por alguno de los aleros de los tejados que eran el habitual camino que recorría en sus múltiples incursiones.

La medida del cierre de puertas y ventanas hizo su efecto, por lo que el gato, no pudiendo ya mantenerse con el fruto de sus hurtos avivó su instinto de felino y se dedicó a asaltar los corrales comiéndose cada día un gazapo o un pollito  semiemplumado cuyos restos a veces se encontraban en el lugar mas inesperado.

Yo no estaba ajeno a esa psicosis colectiva y a pesar de ser solo un chiquillo se me ocurrió entreabrir el ventanuco que desde el patio daba a la cuadra de la casa de mis abuelos y en el hueco del enrejado poner un lazo corredizo con un cordón trenzado muy suave pero fortísimo y por esos azares de la vida vino a quedar enganchado por el cuello cuando se disponía a saltar al interior.

 Como estaba muy atento, corrí presuroso y pude contemplar como se balanceaba prendido de su collar mortal, tratando de asirse en cualquier parte con sus garras, con la desesperación de un ser que ve que se le escapa la vida. En mi remordimiento y no sabiendo que hacer, preferí no acudir a sus enemigos que sabia que lo rematarían y creí que mas oportuno era avisar a Dª Encarna, una santa mujer, muy piadosa y amante de los animales que vivía precisamente encima de la vivienda de mis abuelos. Cuando le conté lo ocurrido, dejó sus cosas y se apresuró a acompañarme al lugar de los hechos. El gato había logrado asirse con las garras a la hoja del ventanuco y con el pelo erizado gema ya que el nudo corredizo muy apretado lo asfixiaba. El único ojo que le quedaba parecía que iba a salirse de su órbita y no pudiendo casi respirar jadeaba y su cuerpo encorvado en vertical, en plena convulsión dejaba ver como le temblaban todos y cada uno de sus músculos. Sus garras largas y muy afiladas eran su único punto de apoyo y su boca entreabierta dejaba ver unos colmillos en consonancia con el terrible tamaño de aquel animal que en su vida solo había recibido palos.

Quedé petrificado al ver como Doña Encarna se acercaba a él canturreando. Lo mas probable era que le diese un zarpazo ya que para poder sacarlo de la trampa tenia que entrar en contacto con el animal que estaba fuera de si por la desesperación y lo que en un principio fue para mi un regocijo al sentirme orgulloso de haberle dado caza, ahora era como una losa que me pesaba sintiéndome arrepentido y culpable de lo que sin duda iba a pasar a esa buena mujer que sin mostrar el mínimo temor se acercó al gato y lo acarició con ternura mientras este con su único ojo, fijo en los de ella, parecía intuir que en esas manos que lo acariciaban estaba su salvación mientras que Dª Encarna, siempre con la sonrisa en los labios le decía "pobre minino".

 Con delicada paciencia fue aflojando el nudo que lo ahogaba hasta dejarlo libre, retirándose después al mismo tiempo que solicitaba que también hiciese yo lo mismo.

Con su experiencia y después de lo ocurrido, el gato debía haberse marchado del vecindario, pero fue en este lugar donde había sentido las únicas caricias y posiblemente eso lo retuvo.

 Poco tiempo después el gato cayó en otra trampa, fue arrinconado y se refugió en el hueco de una pila de lavar que rápidamente taparon sus perseguidores acudiendo medio vecindario y allí se le dio muerte, no sin lucha por parte del animal que cuando tenia ocasión sacaba sus terribles garras y gruñía, lanzando unos maullidos que hacían estremecer al mas osado.

 Creo que ese ha sido el acto de impiedad, hacia un animal, que más me ha marcado en esta vida y me temo que si hay justicia divina todos los allí presentes tendremos que pagar por el.
 Quizás si todos le hubiésemos dado las sobras de nuestra comida nunca hubiese tenido necesidad de robarnos.

Bendita Dª Encarna..., quisiera recordar la canción que canturreaba mientras liberaba al gato de una muerte segura; debía haberla aprendido para poder cantarla en todos los momentos difíciles de mi vida, aunque estoy seguro que en mas de una ocasión, ella la habrá cantado por mi desde la Gloría..

martes, 17 de marzo de 2009

CADA COSA EN SU MOMENTO

Cuando era joven, lleno de apego a la vida, sintiendome capaz de llevar a cabo cualquier empresa a pesar de mi poca preparación, tenia tal confianza en mi mismo que superaba cualquier barrera. A veces, me cruzaba con personas de avanzada edad, de esas que en cualquier momento podian verse ante la parca y me preguntaba a mi mismo que pensarian viendose tan cerca de la muerte.
Cuando en un abuso de confianza, en un dialogo improvisado conducia la conversación hacia ese tema, quedaba sorprendido al oirles decir que no sentian ningún temor, incluso habia quien me daba a entender que la esperaban con impaciencia y me parecia imposible esa resignación y mucho mas ese anhelo.
Si hoy me dieran a elegir entre una muerte dulce y sosegada o la posibilidad de volver a nacer o volver a ser joven os aseguro que no tendria la menor duda. Estoy cansado, me aburre lo que antes me entusiasmaba, me dá pereza, incluso teniendolo al alcance de mi mano, lo que antes me hubiese hecho recorrer medio mundo. ¡Es todo tan reiterativo y monótono!
Esos paisajes que antaño me elevaban el espiritu, esos horizontes lejanos que eran metas que queria superar, esos pueblos desconocidos que ansiaba ver, esas mujeres exoticas que queria poseer, ya están superados, ya estan alcanzados, ya están vistos, ya las he poseido hasta la saciedad y desde no se cuando ya todo es una reiteración en la que cualquier fantasia que quiera aportar ya está repetida porque ya no hay nada nuevo para mi, ni siquiera las historias que me quieran contar que tambien las conozco.. Me dan risa las inquietudes de los jovenes porque son inquietudes a las que ya halle respuesta en todas las variantes posibles. Me dá pena esa superioridad que manifiestan por su juventud ante los que como yo ya la hemos perdido porque pienso que muchos de ellos jamás llegaran a vivir lo que yo he vivido, ni pasaran por todas las experiencias que yo he pasado, ni sabran salvar las vicisitudes que yo salvé, ni gozarán jamas las cosas que yo he gozado y cuando veo que me miran y me tratan con cierta condescendecia me doy cuenta de que no ven en mi la ventaja que les llevo porque si así fuera me mirarian con envidia y con muchisimo mas respeto.
Ahora las ilusiones son otras, porque lo único que nos justifica en la vida es la ilusión, pero nuestros proyectos no son ni a largo ni a medio plazo y nunca van encaminados a nuestro disfrute sino al de los que amamos. Queremos que nada les falte, nos sentimos felices de ver que les dejamos resuelto el porvenir, de que se sienten felices a nuestro lado, de que se sienten seguros y en este afán somos nosotros los que tememos cualquier posible cambio que pueda reducir aunque sea en un ápice ese colmo de felicidad que queremos que disfruten y que por empatia tambien disfrutamos y en ese anhelo, tememos perder las pocas fuerzas que nos quedan al intuircon terror todas las miserias que nos acechan deseando cerrar los ojos antes de que todo esto ocurra a pesar de saber que nada de eso va a ser óbice para que nos sigan queriendo.
Pero este sevreto deseo, estando en la plenitud de la mayor felicidad posible, no es una renuncia a todo lo bueno que nos rodea sino una huida de nuestra alma de un cuerpo que ya empieza a sentirse incapaz de revertir sobre los demás el amor que a raudales está recibiendo. Es una actitud que lleva una explendida carga de amor, podemos decir que es el amor mismo, sin ningún ropaje, sin ninguna sensación, el amor de andar por casa, casi desnudo, mostrando todas sus miserias y toda su grandeza

lunes, 16 de marzo de 2009

EN RESPUESTA A UNA CARTA SIN DESTINO

Ayer recibí tu carta y esperé varias horas para abrirla, queriendo ver hasta que punto me inspirabas alguna curiorsidad. Ya decidido, quise imaginar cuales serian tus palabras ya que tus sentimientos de sobra los conozco. Cien veces me prometiste y cien veces me engañaste, a pesar de que era obvio que por tí habia puesto en juego mi futuro. Ahora me dices que sentiste miedo, que sopesaste tu responsabilidad ante tus hijos, que tu madre jamás hubiera podido comprender tu decisión, que intuiste una posible represalia por parte de tu marido, todo, todo lo analizaste menos el daño que podias causarme volviendo a mentirme de nuevo sabiendo que, esta, era la única oportunidad que nos quedaba.

Ahora me escribes diciendo que has roto con tu esposo, que estás en trámite de divorcio y que tu libertad te dá derecho a hacer lo que antes no fuiste capaz. Sin duda ahora empiezas a notar lo que se siente cuando se está solo, ahora ya no pesa sobre tí la responsabilidad ante tus hijos, "porque para todos, es tu esposo el que te ha abanonado" y tambien ahora tu madre comprenderá que quieras iniciar una nueva vida despues del fracaso de tu matrimonio, por culpa de un hombre que no te ha sabido valorar. Y ¿Que represalia puedes esperar de tu esposo, si no la ha tomado ya, despues de haber conseguido que su vida fuera un infierno durante tantos años?.

Dices que no te he esperado, que no he recordado la promesa que me hiciste de que cuando te fuera posible me buscarias, tambien me dices que he sido el unico hombre en tu vida por fuera del esposo que a juicio de los demás te abandona y al que tu ya habias anteriormente abandonado irremisiblemente; que quieres reiniciar tu vida considerandola solo desde el momento en que me conociste y que esa posibilidad solo es factible conmigo porque, para tí, no existe otro hombre. Que como me conoces y sabes que jamás dejaria desamparada a la mujer que me acompaña puedo darle todo lo que tengo porque de mí nada material esperas y que con gusto me recibirias aunque tuvieses que trabajar para mantenerme, ¡que locura!.

¿Hasta donde puede llegar tu cinismo? ¿Como puedes expresarte de forma tan sumisa y entregarte sin condiciones a un amor que apuñalaste hasta la saciedad? ¿No recuerdas cuantas veces te imploré? Después me enteraba que habias estado con cualquiera en cualquier parte, con claras evidencias de haber humillado a alguien mas que a tu esposo. Nunca me respetaste, limitandote a negar sin nungún escrúpulo, hasta que la evidencia tarde o temprano te desenmascaraba; si, siempre negaste, para después ante las pruebas de los hechos demostrados sonreir como una niña a la que se habia descubierto en una pequeña travesura. Pero esa sonrisa..., que aprendí por verla tantas veces repetida, me permitió deducir la verdad de lo que en el pasado me inquietó y la verdad de lo que en el presente, por ella, no pudo quedar impune. Y ahora que he encontrado la paz, ahora que a mi lado hay una mujer que verdaderamente me quiere, vienes a tratar de usurparle todo lo que habiendo siendo tuyo, no supiste valorar.

No te guardo rencor, mi actitud no es mas que la natural consecuencia de todos tus errores que se agolpan ante ti y te impiden dar un paso para que te me acerques. Ya no me queda amor ni odio y por lo tanto tampoco rencor. Tan solo siento apatia y desgana ante todo cuanto me propones.

Que curioso el que después de haberte querido tantisimo pueda rechazarte sin el menor dolor, que para mi solo seas un cuerpo de mas o menos sesenta kilos en el que hay emplazada una boca que dice absurdas incoherencias. No me importa con quien o quienes me engañaras ni por qué razones me hiciste sufrir y francamente, no se siquera por qué contesto a tu carta, quizás sea por aprovechar la oportunidad que me brindas para hacerte un poco de daño, aunque conociendote, dudo que haya en ti alguna viscera que esté sensibilizada para albergar algún tipo de sentimiento. De otra forma, tampoco es que me importe...

Por todo lo expuesto y por todo lo ya olvidado, dejo a tu memoria la conclusión de esta carta ya que al fín y al cabo eres la mejor depositaria de tus propios desmanes.
Atentamente, Juan.-

QUIZAS SEA ZEUS QUIEN NOS ECHE UNA MANO

Los que han compartido mi vida, saben que hubo un periodo, que estuve hospitalizado, en el que por prescripción facultativa, además de otros muchos analgesicos, tenia que ingerir cada tres horas cuatro gotas de morfina para combatir el dolor que me provocaba la rotura de gran parte de las ramificaciones de los nervios radial, cubital y mediano de mi brazo izquierdo. Mi plexo braquial estaba completamente destrozado, pero mi cerebro a pesar de aquella terrible e insana medicación se mantenia completamente lúcido a pesar de haber estado veintisiete días sin dormir, habeis leido bien, veintisiete días en los que mi estado de inconsciencia se contaba por minutos hasta que empezaron a administrarme la morfina. Esta situación se complicaba porque mi estado se derivaba de la operación a corazón abierto que me habian hecho para implantarme dos injertos en mis coronarias, hoy llevo además de esos dos baypás tres sténds metalicos por donde circula mi sangre. A pesar de ello aún me quedaba humor para piropear alguna que otra enfermera y comentar los sueños que en mi estado de somnolencia acudian a mi mente, pudiendo describirlos sobre la marcha, ya que el hecho de que hablase no interrumpia mis visiones que podia ralentizar o incluso parar a mi antojo, pudiendo además con solo desearlo pasar de un tema a otro sin ninguna dificultad y con tal grado de perfección optica y meticulosidad en cada detalle que mas que algo derivado de la medicación de una dolencia me parecia una bendición del cielo. No es raro en mi que de esas visiones mi predileción recayese en los desfiles de preciosas mujeres, cuyas caras jamás se repetian y sus atributos dentro de la exquisitez tambien estaban completamente diferenciados, pudiendo parar la imagen incluso hacerla retroceder como si de una magica moviola se tratara y en la que podia intercalar las escenas que me vinieran en gana. Como mi situacón era sumamente delicada, cuando llegaba a mi pensamiento la idea de que aún en semiinconsciencia podria estar pecando, cortaba la emisión para que Dios no me castigase, a pesar que a decir verdad la parte consciente de mi cerebro solo intervenia en la comtemplación puramente artistica de tanta belleza, ya que como imaginareis no estaba en condiciones de realizar ningún exceso y aunque lo hubiese deseado mis partes digamos menos nobles brillaban por su ausencia. Era entonces cuando iniciaba mi recorrido por hermosos paisajes de la campiña, prados inmensos cuajados de amapolas en donde los caballos, despavoridos por mi insolita presencia huian al galope tendido mientras yo los perseguia volando a algo mas de un metro de sus cabezas. Cuando me cansaba del llano me elevaba hasta las mas altas cumbres, de paz engañosa, en las que podia observar las resquebrajaduras de sus hielos forjados bajo la prensa de cientos de pesadas capas de nieve, para luego lanzarme a la orilla del mar, sobre los acantilados, en cuyas rompientes serpenteaban las estelas de espuma escarchada al compás de un estruendo monótono y ensordecedor, mientras volando entre el graznido apagado de las gaviotas, por el ruido de las olas, exploraba cuevas ignotas situadas donde las rompientes habian intuido debilidad, socavandolas durante quizás miles de años.

Fuera de la vigilia, cuando mi cuerpo estaba completamente dormido me asaltaban sueños asombrosos que mi subconsciente trataba de atar a mi memoria porque en ellos podia ver la realidad de la vida y los sencillos mecanismos que podrian hacer que la convivencia fuera un dechado de armonia.

Guardo ya confuso un sueño que llegué a contar a alguno de mis hijos, creo que fué a Ana; cuando lo hice aún estaba fresco en mi memoria pero ahora no son mas que retazos que no se si nos llevaran a alguna conclusión pero voy a intentarlo.

Me encontraba en el Olimpo, yo era un mero espectador, posiblemente invisible, pero habia alguien que me explicaba los entresijos de su magna organización; habia diversas jerarquias entre los dioses, desde Zeus y Hermes, esposos y soberanos de todos los dioses, hasta los mas humildes Sátiros, pasando por Hefesto, Artemisa, Apolo, Atenea, Afrodita, Hades, Poseidón, Ares, Hermes y Dionisio entre los dioses de mas alta jerarquia hasta llegar a los dioses menores entre los que se encontraban Las Ninfas, Las Nereidas, Las Náyades, Las Hamadriadas, Las Hesperides y Las Musas entre otros.

Por no hacer interminable este relato me limitaré a decir que cada uno de estos dioses tenia una o varias misiones especificas y que jamás intervenian en las atribuciones de los demás, recayendo sobre cada cual las responsabilidades que pudieran derivarse de su negligencia o desidia. Ni Zeus podia intervenir directamente en una actuación que correspondiese a otro y aunque las jerarquias estaban establecidas y las responsabilidades podian ser mas o menos importantes, cualquiera de ellas era digna de la máxima consideración ya que cualquier fallo que pudiera haber, la repercusión podia afectar a todos de forma lastimosa, pongamos como ejemplo en nuestra organización humana el que los encargados de la limpieza no recogieran la basura. Eso podria provocar unas consecuencias funestas en la vida social, en la higiene, en la sanidad; surgiendo plagas, epidemias y por lo tanto mortandad hasta límites desmedidos, lo que hacia que los dioses, mas sabios que nosotros, tratasen con mucho respeto y consideración a los dioses menores porque aunque el ejemplo que pongo para los humanos a ellos no les afectaba si que les afectaban otras posibles negligencias que no viene al caso relatar y que por mi condición de humano desconozco. El secreto de esa buena organización radicaba en que esos dioses mas humildes eran tratados con la máxima consideración y respeto Y COMO LA IMPORTANCIA DE SU TRABAJO NO SE MEDIA POR LO PREPARADOS QUE PUDIERAN ESTAR EN OTRAS MATERIAS QUE NO LES INCUMBIAN SINO POR LAS CONSECUENCIAS QUE SU ACTUACION APORTABAN AL BIEN COMUN, gozaban de todos los honores y a nadie envidiaban procurando que su trabajo fuera perfecto y así ocurria en cada una de las escalas y en todas las jerarquias, por ello Zeus ni siquiera tenia que sancionar pequeños errores o negligencias, aunque esta era una de sus atribuciones, PERO COMO TAMBIEN ELLOS podian pedir justicia si algún dios mayor o el propio Zeus no cumplia con sus obligaciones Y ERAN DIOSES los que debian juzgar para determinar a quien le asistia la razón, haciendo causa común con quien la tuviera, fuese cual fuese su jerarquia, ni el mismo Zeus se atrevia a quebrantar las normas establecidas, no cupiendo la posibilidad de que nadie se ateviese a injuriar ni a mentir alegremente porque de inmediato iba a ser descubierta su villania, siendo imposible por lo tanto que nadie diera lugar a ello.

Y este es el cuento, y como es cuento surgido además de una mente afectada por la morfina y pudiera inducir a la perplejidad, sugiero que sustituyamos a todos estos dioses por humanos y nos demos verdadera cuenta de lo facil que es actuar como dioses aplicando las leyes CON JUSTICIA y eliminando las trabas que impiden que por su jerarquia sea sometido a juicio y sancionado cualquier mandatario si se lo merece, PARA COARTAR SU IMPUNIDAD,pero estando bien seguros que nuestra queja es justa, consideramdo además cualquier trabajo tan digno como los demás y por lo tanto como cualquier otro en cuanto a su remuneración y estima, aunque por razones obvias existan y subsistan las jerarquia sociales, siendo esta dignidad el incentivo y la respuesta a un mayor esfuerzo en el estudio y la preparación, pero desterrando esas diferencias abismales en los salarios que provocan tanto malestar y tanta injusticia social y como para la consecución de estos fines bastaria con que cada cual cumpliera especificamente lo que tuviera asignado sin interferir en la labor y responsabilidad de los demás de forma inviolable, no creo que necesitemos ser dioses para encontrar el camino que nos lleve a un buen gobierno, una buena convivencia y una mayor justicia social.

domingo, 15 de marzo de 2009

UNA VERDADERA GANGA


Ya vé, todo se está arruinando. No me dá ninguna ilusión mantener en pié lo que fué mi hogar. Hacia años que no venia por aquí y si hubiese podido evitar el acompañarle tampoco lo habria hecho. Construí esta casa con la ayuda de mi padre siendo mozo. El gastó en ella todo lo que tenia ahorrado y no habia día que no me dijese que lo que estabamos haciendo era la mejor inversión. Cuando hicimos los cimientos de cada dependencia el comentaba: Aquí estará la cocina donde tu mujer será una reina, aquí  el amasador; la chimenea junto al horno para no tener que andurrear con las ascuas y en este lateral que queda libre pondremos unas hermosas alacenas; dejando frente a ella espacio suficiente para que quepa una buena mesa donde todos podamos sentarnos con comodidad. Tendremos que hacer cuatro cuartos, uno para mi; otro para ti y para la que sea tu mujer y dos mas, porque no sabemos los hijos que tendréis y siempre es buenos que no se junten los machos con las hembras, así, uno para los chicos y otro para las chicas, _. Pero padre, reclamaba yo..., si no tengo ni novia, usted va muy deprisa, pero el insistia; el tiempo pasa como un soplo y en la cueva tu y yo tira que vá, pero una familia como Dios manda debe tener una casa y yo un cuarto para mi solo y así no estorbar. ¿Acaso no piensas tener hijos?, pues ya lo ves, los hijos también tienen que tener su cuarto.
Mi pobre padre murió antes de que pudieramos terminar la casa, pero yo hice su cuarto sobre los cimientos que el mismo habia preparado. Tuve que parar la obra cuando me fuí a la cantera; lo poco que quedaba se me fue con el entierro y en la lápida, "mire por donde tuvo un dormitorio para el solo". Dos años ahorrando para poder terminar y amueblar la casa, muy pobremente ya lo vé, pero las alacenas, la mesa y las camas en los cuartos que el queria ahí están.

En este cuarto...,  en esta cama..., fue donde me acosté por primera vez con Carmen, si, mi esposa se llamaba Carmen, igual que la hija con la que vivo. La conocí en las fiestas de Salinas y ya vé ahora vivo allí yo tambien ya díez años, uno menos de los que ella ya falta. Yo ya tenia la casa terminada y no sabe las ganas de estrenarla, porque mientras no me casé seguí viviendo en la cueva con mi padre, aunque no dejaba de venir ningún día para darle algún retoque a la casa y ponerle algún adorno. Mire, mire usted este perchero..., lo hice yo a punta de navaja, ¿a que parece de tienda?. Pues si, en esta cama no sabe cuanto disfrutamos mi mujer y yo,  y en ella vinieron nuestros hijos. usted no los conoce pero los conocerá.

Ellos me dicen: padre, venda la casa; allí no vamos a ir nunca, nuestra vida está en Salinas donde tenemos nuestro trabajo y nuestro bienestar, venda la casa y el corral mientras se mantengan en pié; y como usted parece interesado, pues en eso estoy, vendiéndosela si es que la quiere. Si mi esposa viviera jamás se vendería, los dos aquí, aunque solos, hubiéramos sido felices como lo fuimos mientras ella vivió; aquí bajo el cubierto de esta terraza, tenia cuatro perdigones, para el reclamo y con el que estaba mas fuerte salia a cazar cuando se levantaba la veda; mientras yo los arreglaba ella tendía la ropa y cantaba..., mejor que los ángeles.... Mire Sr. Juan, ¿puede creerse que en los veintiséis años que pasé con ella nunca discutimos?

Tuvo que encargarse de los animales y de la huerta que había ahí, en ese perdido, al lado de las chumberas, porque yo tuve que volver a la cantera; los hijos llegaron pronto y por aquellos tiempos si no te espabilabas no comías. Cualquier otra se hubiera quejado de llevar todo el peso de la casa, con todo lo que le he dicho y además los crios, que no era como ahora que se dejan en cualquier parte y sin embargo, cuando yo llegaba los sábados por la noche, aún tenia arrestos para lavarme los pies, cortarme las uñas y darme una friega por donde mis manos no llegaban y aunque pronto íbamos a irnos a la cama me ponía muda limpia, camisa blanca y los pantalones del domingo para que cenáramos como personas decentes. Los domingos íbamos a misa con los críos, era a lo único que, no es que me obligara, pero yo sabia que la hacia feliz y como era tan poco lo que podía regalarle, pues ya me ve cuesta abajo hacia la iglesia, mientras mis amigos jugaban a la bola en la rambla. Después no le importaba que me perdiera, aunque siempre quiso que fuera puntual a la hora de la comida y que nunca llegase bebido, para no dar mal ejemplo a los niños..., y tenia razón. Mis hijos han salido muy serios y formales, por eso cuando me enviudé, a pesar de que me negué y aguante un año aquí solo, al final me llevaron con ellos.

Paso algún tiempo en la casa de cada uno, pero lo que se dice vivir, vivo con Carmen, mi hija mayor, esa hija que ya durmió con nosotros en la primera noche de boda y que parió mi Carmen a los nueve meses justo. Recuerdo que el día que me dijo que estaba preñada, estaba clavando detrás de esta puerta este Corazón de Jesús que mire lo bien que se conserva. La verdad es que sin Carmen yo era casi como una momia y con esta cojera, tras el accidente en la cantera, ¿que podía hacer yo aquí?. Estuve viniendo algunos domingos, pero cuando entraba en el cuarto y veía la cama donde también murió, lloraba; si me subía a la terraza la veia tendiendo y cantando y lloraba y cuando volvía a Salinas me notaban las ojeras, así que ya no me dejaron volver, ni yo quise, hasta hoy, porque usted me lo ha pedido y aunque no lo crea no sabe cuanto me está costando aguantar las lágrimas.
¿Que precio cree que podemos ponerle a la casa? Ya sé que no está en muy buenas condiciones pero haciéndole algunos arreglos puede quedar muy bonita ¿no le parece?. La estructura es fuerte, se lo aseguro, tenga en cuenta que la hicimos para nosotros y no escatimamos; ¡me imagino que diría mi padre si me viese vendiéndola!.

_.Querido amigo, usted no puede vender esta casa. Si necesita dinero le compro el corral, y si no vendiéndomela a mi va a vendérsela a otro, yo estoy el primero, pero no la venda, a no ser que le sea imprescindible ese dinero. Cuando usted falte, que sus hijos hagan con ella lo que quieran, pero usted no la venda; en cada uno de estos rincones está su vida, la de la mujer que lo quiso y a la que usted aún ama; también está la mayor parte de la vida de sus hijos aunque ellos lo ignoren. Lo poco que pudiera darle va a durar lo que tarde en repartidlo y se va a quedar en nada y sin nada y aquí está toda su vida. No es malo que llore, pero no llore de tristeza sino de alegría y satisfacción por haber gozado de una vida plena en compañía de una mujer enamorada; no la defraude y venga de vez en cuando a hacerle compañía como lo hacia cuando eran novios y si cada vez que llegue aquí llora, no le importe llorar, ya ve, yo soy un hombre y también lloro y lo abracé como si fuera un hermano.

miércoles, 11 de marzo de 2009

PAGINAS EN BLANCO

Las paginas en blanco buscan verse

con cien mil caracteres abrigadas

y un rosario de ideas se aglutinan

sin que encuentre la forma de expresarlas.

¡Es todo tan ambiguo!,

No encuentro las verdades absolutas

y cuando me insinuo

borro las frases, temiendo terminarlas,

considerando ingenuo

mi intento por hacerlas impolutas

si ya estan mancilladas.

¿Como puedo ensalzar lo que detesto?

La verdad en la bruma está enterrada,

para ocultarla siempre hay un pretexto

y en este desconcierto

su rostro ya se muestra descompuesto.

¿Y todas esas leyes?,

espectros de unos logros malogrados

¿de que sirve ensalzarlas?,

si antes de gozarlas

ya son tristes legajos archivados.

¿Que decisión tomada

no buscó otras ventajas encubiertas?

¿Cuantas veces Honor cerró sus puertas

a las extintas virtudes demostradas

y sin pudor quedaron siempre abiertas,

en pos de la codicia perpetrada?

¿ Quien acepta el por qué de un sacrificio

si pintan a su autor como a un tirano

despreciando lo bueno que un día hizo

y haciendolo pasar por el suplicio

de manchar su recuerdo con engaños?.

Nos parece mas bello el horizonte

a través del cristal de la ventana

y eludimos saber lo que se esconde

tras del mal y del bien que nos proponen

y por eso, ignorantes, nos engañan.

¿Y nuestra libertad?, ¡ palabra clave !,

que enciende la nobleza de la masa,

¿A cuantos arrastraste hasta la muerte?

¿Cuantos lloran bajo de tu estandarte?

¡ Porque al fín no eres mas que una Proclama !

¿Por qué damos silencio a los desmanes,

y a las promesas que quedan incumplidas

y aceptamos acciones encubiertas,

contrarias a las que eran requeridas

con tal cinismo que las hacen nuestras?

¿No son acaso nuestros votos

las llaves que en verdad nos encadenan

repartiendo entre un grupo de mediocres

la impunidad para el logro de sus goces,

que nos humillan y nos envenenan?

¿Acaso es libertad pedir a voces

a través del expectro de una urna,

¡de ignorancia tantas veces llena!,

al verdugo y al juez que nos condena

haciendo de su ley capa y espada

con evidecias mil veces demostradas

a su afición por la actuación nocturna?

¡Democracia intocable, andas muy coja!

Si pronto no te aplican dos muletas

te arrastraras del Congreso en los pasillos,

"que es donde de verdad cuecen las habas".

Me temo que eres ya mofa y escarnio

mientras aquellos que impunes te deshonran

atornillados al asiento de su escaño,

aún a costa de insidias y de engaños,

lograrán su Programa de Partido

no dudando pactar con el diablo.

Por eso les será muy divertido

ver con sed a la mitad de España

y su suelo ya casi repartido,

para lograr el apoyo desabrido

de los "grupos" de mas baja calaña.

lunes, 9 de marzo de 2009

LOS CONVENCIONALISMOS

A veces temo aburriros con mis cavilaciones, pero como las conclusiones a las que he llegado a lo largo de mi vida, me la hacen ver con tal claridad, que casi adivino como se van a desarrollar los acontecimientos, me entristece no compartir esa visión con los demás, sabiendo que les podria servir de mucho en su vida cotidiana y sobretodo en esos momentos de incertidumbre en los que centramos el estudio de la solucion a nuestras inquietudes apoyandonos en convencionalismos que en muchisimos casos son absurdos y en los demás no responden a la verdad absoluta y es por ello por lo que no solemos obrener el diagnostico ecertado para nuestra conclusión final.


La razón no puede responder a un baremo generalizado. Siempre debe surgir, incluso para sorpresa nuestra, tras la deducción razonada y no hay ningún hecho que no pueda y deba contemplarse desde todos sus posibles angulos, y aún así, hay tantas circunstacias que escapan al que quiere deliberar con justicia que siempre quedaria algún aspecto a tener en cuenta. Por eso el único juicio valido es el de Dios que está en posesión de hasta el mas mínimo detalle y en El no hay ninguna animosidad que pueda influir en la conclusión final.


La ventaja de generalizar radica en que de una forma u otra estamos coincidiendo con la opinión mayoritaria y cuando esto sucede, podemos estar vulnerando las excepciones, que aunque confirmen la regla, ahí estan, con su evidente diferenciación y por tanto dignas de juzgarse por separado sin que les afecten los convencionalismos que lastimosamente siempre aplicamos sin tener en cuenta los argumentos que sin duda sobreseerian un juicio traumático; argumentos que por desgracia ignoramos totalmente por lo general.


El valle puede a veces parecernos mas bonito viendolo a través del sucio cristal del ventanuco donde sufrimos nuestro encierro, pero de cuanta belleza prescindimos contemplandolo a través de un marco que no nos deja abarcar la totalidad del panorama. Cuantas cosas que aparentemente pueden parecer deformes y grotescas a través del cristal que opaca nuestros sentimientos y nuestra razón, podrian verse como algo sublime si las afrontasemos, desnudos de la impedimenta que ahoga el horizonte de nuestras miras bajo las aguas turbias de los juicios preconcebidos surgidos de una educación que confunde el mal con el bien, porque para llegar a él se haya podido seguir un camino tortuoso. A veces hay que tomar decisiones con valentia, rozando el pecado y no hay delito cuando todo el posible mal de la acción no tenga otra repercusón que pueda recaer en nadie que no sea uno mismo y si hay algun bien, este, sea en beneficio de terceros. Sacrificarse por los demás es una de las mas evidentes formas de expresar el amor en su expresión caritativa, pero la reiteración, como norma, aniquila la grandeza de cualquier sacrificio que atente sobre nuestra integridad moral. "No podemos evitar que la gaviota se pose en nuestras cabezas, pero seria imperdonable que permitiesemos que hiciese nido y que incubase sus huevos sobre ella. En casos extremos todos podemos ser victimas de nuestras propias decisiones, pero si ellas van encaminadas al bien de otros, SIN PERJUDICAR A NADIE MAS QUE A NOSOTROS, PUEDEN LLEGAR A LA SUBLIMIDAD. Pero en el extraño e insolito caso de que por uno de esos azares vislumbremos ese trasfondo de sublimidad, que cambia nuestro criterio, viendo en la acción de la victima no ya un pecado sino un sacrificio, no un mal sino un bien, ¿ perdonaremos al verdugo que ejecutó su acción sobre la que ahora consideramos victima, siendo como es, el elemento imprescindible para que pudiese alcanzarse el fín último por el que se ha realizado tal sacrificio, a pesar de que ese verdugo pueda desconocer las causas que han movido a ese ser a aceptar lo que el no sabe que es tal sacrificio?. Si nadie hubiese hecho oidos a las peticiones de la victima, ella, no habria logrado los medios para conseguir su fin y por lo tanto su verdugo es su mejor aliado indirectamente. He querido poner un ejemplo que creo todos entenderan pero existen otros de la vida cotidiana que nos afectan a todos, sirva el caso de aceptar un trabajo que nos denigra o nos degrada por la necesidad de llevar un sueldo a casa o cuando damos la cara por nuestro jefe en las situaciones en que el quiere quedar en buen lugar ante una presunta victima o cuando callamos sabiendo que el que lo interpela tiene la razón y con nuestra omisión, por defender al que nos paga, estamos negando un apoyo que con los ojos se nos pide con amargura, etc..En todos los casos estamos sacrificando nuestro honor, nuestros principios y todos nuestros valores para poder alimentar a nuestros hijos, pagar el recibo del alquiler, la luz, el agua, el colegio... y si en la discusión la victima nos invita a que hablemos porque estabamos delante cuando ocurrieron los hechos, la luz, el agua, el colegio el alquiler y el pan de nuestros hijos hablará por nosotros y diremos que no recordamos nada de lo que el dice. ¡Que traumatico para nuestro espiritu! Pero que bendición para nuestra familia que jamás comprenderia que nos hubieramos dejado despedir por no colaborar con nuestro jefe.


En estos últimos ejemplos, esa actitud nuestra, es muchisimo mas grave que en la que expuse anteriormente porque aquí la victima, además de nosotros es la que no ha encontrado nuestro justo apoyo. VEREIS QUE MANIFESTAR UN OLVIDO O NO INTERVENIR APOSTANDO POR LA RAZON PUEDE SER MAS NEGATIVO QUE EL QUE UNA JOVEN PUEDA VENDER SU CUERPO, pero el baremo que establecen los convencionalismos castiga con mucha mas dureza, lo que sin duda menos lo merece.



No os quepa duda de que muchos de los casos que se presentan con exagerados tintes de morbosidad encierran una historia completamente diferente. La mentira es innata en el hombre, hasta en las cosas intrascendentes, benditos los que entran en la excepción que confirma esta regla. Ninguno vemos nuestros defectos, ni queremos aceptarlos, siempre lo hecho, en nuestro caso, estaba justificado, pero sin embargo lo callamos o lo negamos por norma porque en el fondo sabemos que hemos actuado mal y aquí viene lo que puede trastocar el buen orden en nuestra convivencia. La mentira. ¡Que horror, sentirse descubierto en una mentira! Y que cúmulo de mentiras para eludir ser descubierto en una de ellas y ¿por qué?, muy sencillo, porque nosotros somos los mejores jueces de nuesros actos, pero el no ser descubiertos, el permanecer impunes en nuestras cobardías nos da una gran sensación de seguridad, por eso tenemos que fingir y mentir si fuera preciso para mantener una reputación que no merecemos.



Que duro es ser fiel a una verdad que nos desmerece y denigra en el baremo equivoco que ante los ojos de los hombres la valora, pero que satisfacción queda en el espiritu cuando te muestras tal como eres en realidad, sin importarte mas que tu propio criterio desnudo de prejuicios y convencionalismos. La relación social básica comienza con dos y a ellos les incumbre establecer la norma de esa relación. La aparición de un tercero, cuarto, quinto, hasta llegar a un pueblo, una nación, un continente,... no puede afectar al acuerdo establecido por las unidades de la relación social básica, y sus acuerdos no deben ser vulnerados por la opinión de los demás, salvo que atenten contra ellos, si queremos tener una verdadera libertad. La opinión de un grupo ni puede ni debe coartar la libertad individual, insisto, siempre que la libertad individual no atente contra la integridad y a la libertad de los demás.



Si la relación laboral lleva implicito un sometimiento, aunque esté enmascarado por convenios colectivos, no deja de obligarnos. Es algo "inevitable" y todos lo admitimos, pero sin embargo no queremos admitir en los demás, ningún tipo de sometimiento, aunque estuviese pactado y aceptado con todos los beneplacitos, pudiendo además "evitarlo" si le complace.



¿Y para que reincidir en lo que es evidente? Queremos imponer nuestros criterios sin importarnos la opinión de los que piensan de forma contraria y si somos mayoria podemos además imponer leyes que prohiban y coharten a la minoria, es decir, la mitad menos uno. ¿Hasta cuando vamos a estar sometidos a la mayoria?

domingo, 8 de marzo de 2009

LA ERMITA DE SAN PASCUAL BAILON

En Orito, una Pedania de Monforte del Cid y bastante alejada de la Aldea, se ubica desde no sé cuando la Ermita de San Pascual Bailón, hermano laico de los frailes descalzos de San Francisco. Está emplazada en lo alto de un cerro que al sur y al este domina toda una campiña de vides que recuerdo como un vergel y a cuyo poniente y norte se aprecian alguna colinas, estribaciones del cerro principal, que vierten las aguas de las lluvias a través de sus laderas sobre un paraje semidesertico e inhospito de quebradas y alvares socavados por las lluvias torrenciales cuyas avalanchas abrieron en sus tierras blanquecinas, a lo largo del tiempo, amplios y profundos caminos que en una encrucijada que se pierde hasta donde la vista alcanza, forma un laberinto gigantesco y sobrecogedor, sin mas vegetación que espartos y algunos pinos distanciados y raquiticos que descarnadas sus raices sobreviven por un milagro de la naturaleza.
En lo alto del cerro, casi incrustada entre las rocas está emplazada la Ermita, que antaño no era mas que una pequeña concavidad en la que el Santo, pastor de cabras, se refugiaba de las inclemencias del tiempo y en la que tras su muerte y canonización fué instalada, tallada en madera, su imagen que en verdad tiene tal sencillez y es tan acertada y natural su expresión que cuando te acercas sientes un inmenso deseo de haberlo podido conocer personalmente. Tal es el talante de ese San Pascual, que inspira confianza y despierta devoción.
Aunque de lejos, siempre que pasabamos con el coche frente a la Ermita, camino de Alicante, ya mi madre cuando vivia, o mi esposa cuando mi madre nos dejó, decian en voz alta:Pascual ¿que haces? y todos contestabamos: "Señor, contemplo" y ya todos: "Bendito sea el Santisimo Sacramento", estas frases se repetian tres veces y después rezabamos un Padre Nuestro.
El acceso de los penitentes a la cueva se realizaba por una rampa, tan descarnada ya por la erosión que era dificilisimo el ascenso, por lo que las personas que no estaban en plenas facultades físicas tenian que dar un gran rodeo por un sendero también abrupto pero mas transitable.
Rodeando al Santo y sin un hueco que no estuviera ocupado, tanto en el techo como en las paredes, colgaban las ofrendas que sus fieles habian depositado en reconocimiento a las concesiones que el Bendito San Pascual les habia hecho y en los días de su fiesta, día 17 de Mayo acudian de todos los rincones penitentes,fieles, curiosos, invalidos, enfermos, pobres y desahuciados además de una caterva de tullidos que exhibian sus miserias esperando una limosna por caridad. Los tiempos cambiaron y se amplió el recinto de la cueva y anexo a la misma se construyó una nave socavada en la roca para poder dar cabida a un mayor número de personas. En otra, de obra, se instalaron las ofrendas y aún se hizo una más para encender las velas y luminarias que antes se encendian en el altar y que por su número provocaron en cierta ocasión un conato de incendio que puso en peligro la integridad de la imagen. Los alrrededores de la Ermita que antes eran de tierra y a veces barro fueron embaldosados y el sendero del que hablé anteriormente se ensanchó y se pavimentó, permitiendo la subida de los coches hasta un extenso aparcamiento a pocos pasos de la Ermita.
Quizás todos estos cambios puedan influirnos negativamente al haber transformado el entorno en el que aquel Santo se movia y pueda hacernos intuir un trasfondo puramente comercial alrrededor de su figura que pueda mermar ese sentimiento que surgia en la intimidad de su prístino refugio, pero la realidad es que si acudimos a él fuera de las fiestas señaladas y en horas que no es lógica ninguna concurrencia, especialmente en el atardecer en que a lo sumo podemos encontrar algún fraile de la aldea orando en cualquier rincón; ante su presencia y bajo su mirada que parece decirnos que no hagamos caso a cuanto nos rodea, podemos sentir lo que en el solo debemos buscar, sin que el mundano juicio de nuestra mente perturbe el hondo sentimiento de nuestra alma, como hacen los que todavia eligen la rampa erosionada para llegar a su Santo de devoción a pesar de que las fuerzas ya no les acompañan. La Penitencia no es una imposición que llega desde fuera, es una necesidad que surge de nosotros mismos y si no nos llama, no debemos criticar a los que así lo sienten, ni justificar nuesro rechazo por la mentira que a la VERDAD rodea.

sábado, 7 de marzo de 2009

COSTUMBRES QUE YA SE PERDIERON

Es posible que en algunos pueblos pequeños aún quede algún vestigio de lo que fueron sus costumbres y tradiciones. Yo tuve la suerte de vivir las que a mi me tocaron, que creo fueron las mismas que se habian repetido de generación en generación hasta lo que alcanzaba la memoria de todos mis mayores y he sido testigo de la evolución de las mismas hasta verlas quedar práticamente en nada. En pocas palabras, que lo que yo viví de forma natural e invariable, ahora no es mas que una imitación en recuerdo de lo que nosotros vivimos porque así era nuestra vida realmente. Ahora se compran las alpargatas en Pascua porque nosotros las utilizabamos, pero a nadie se le ocurriria salir a la calle con ellas despues de las fiestas, mientras nosotros si las llevabamos como una forma de calzado mas o menos habitual; se compran las toñas porque en esas fechas no habia una sola casa en la que no se hubiesen amasado, pero aquellos comentarios que entonces se escuchaban de que las mejores toñas de ese año habian sido las de Paquita y las de Virtudes y que Lourdes habia llorado cuando vió que se le bajó la masa ya no podrán volver a repetirse porque las toñas se compran en las pastelerias, quedandonos como reminiscencia del de antaño el comentario de que las mejores toñas las venden en el horno de "El Rompe" por poner un ejemplo. Las prendas que utilizabamos para la pascua, camisa, pañuelo y algún que otro adorno nos hacian sentir elegantes y apuestos; ahora los que así se visten lo consideran como un disfraz para el evento, pero fuera de esas fechas serian incapaces de salir con ese atuendo. Todo lo que tabajaba Cupido en esas fechas pasó a la historia; pero como lo que pretendo no es hacer ninguna crítica sino evocar aquellos tiempos pasados que sin duda fueron mejores, voy a relataros mis vivencias para ver si os pongo los dientes largos o para que os riais de mi a carcajadas considerandome un viejo ñoño que no sabe realmente lo que es la vida.

Trás la Semana Santa, en mi pueblo se celebraban tres días de Pascua y la costumbre era que los chicos le pidiesen la merienda a las chicas. Logicamente cada cual se acercaba a aquella por la que se sentia mas atraido, pero los sentimientos podian no ser coincidentes y en esta criba de posibles incompatibilidades siempre aparecia alguna coincidencia que podia ser muy significativa. Si un chico pedia a la chica las tres meriendas correspondientes a los tres días de fiesta, era prueba palpable de que su interés se centraba en ella solamente. Si ella albergaba los mismos sentimientos y aceptaba su petición lo mas probable es que despues de la fiesta quedaran como novios, pero podian producirse muchas variantes ya que la chica podia esperar que le pidiera las tres meriendas y el solo le pidiera una con lo que estaba dejando patente que queria probar con ella pero tenia otras candidatas. Esta situación podia darse a la inversa con lo que el chico sabia que tenia oportunidad pero debia superar a otros rivales. Habia una forma de expresar preferencia pero dejando un puerta abierta a la duda y por qué no a los celos y era pedir o conceder dos días dejando un resquicio de incertidumbre con ese tercero no pedido o concedido. A veces, la que se habia comprometido por uno o dos dias con un chico, esperando que otro, que tambien le gustaba, se le acercara, se percataba de que era inutil esperar más, tras enterarse de que ya se habia comprometido con otras y o bien rectificaba su decisión anterior y sucumbia con el unico que habia demostrado interés hacia ella, lo que estaba muy mal visto, o aceptaba la propuesta de cualquiera que se le acercara para cubrir las apariencias y no quedarse sin pareja, cosa que las aterrorizaba. Este tipo de cosas siempre podia darse a la reciproca, pero lo normal era que los emparejamientos fuesen en consonancia mas o menos con el grado de atracción que cada uno sentia por el otro y los enamorados y enamoradas que quedaban fuera de juego en sus preferencias veian difuminarse sus esperanzas de alcanzar su sueño final, que no era otro que el posible noviazgo con el ser amado. Cubierto el cupo de meriendas de las digamos mas solicitadas, los que aún estabamos en la estacada nos incursionabamos en el grupo de las menos solicitadas que ponian menos remilgos en la elección de sus parejas pero en estos casos la peticion de merienda se hacian de una en una, y tambien así las concesiones, para evitarnos mutuamente el tener que compartir durante tres días consecutivos una compañia que se daba por hecho que a ninguno de ambos nos quitaba el sueño. Aún así, lamentablemente,, siempre quedaban algunos y algunas que ni por esas y despues formaban grupo y compartian las viandas, creyendo recordar que generalmente eran los que mejor lo pasaban, aunque sus corazoncitos sin duda quedaran heridos.

Recuerdo una tarde en la que formaba yo parte de ese grupo y para hacer mas suculenta nuestra cena, con otro par de feos y una guitarra, ibamos recorriendo los rinconcitos donde se alojaban los enamorados y les cantabamos "No venimos a pedir - venimos a suplicar - que echeis en este zurrón - un pedacico de pan. y como metidos en otros apetitos se sentian desganados y no querian que los molestasemos gratificaban nuestra hermosisima canción con las mejores viandas. Cuando acudimos al grupo de desheredados e hicimos recuento de lo recogido en la colecta todos quedaron sorprendidos. Era bonito compartir con la chica que nos gustaba una merienda preparada por ella misma y sentirnos atendidos como si ya de nuestra esposa se tratase poniendo en nuestro plato las ensaladas, los guisos, los dulces y sobretodo aquel atún de zorra y las habas tiernas con las que tan bien entraba el vino, que amorosamente nos racionaban. Y luego el baile, con aquellos pikups que marcaron modernidad, porque antes de aparecer esta innovación, fueron las gramolas de cuerda con su impresionante bocina y sus discos de pasta con polkas, valses de Straus y últimamente canciones de Machin, las que amenizaron nuestros bailes.

Este tipo de guateques solia celebrarse en la finca de alguna de las chicas y los padres que hacian causa común a respetable distancia de nuestro jolgorio se sentian seguros de la integridad de las mismas, pero en alguna que otra ocasión a la hora de retirarnos se notó la falta de alguna parejita, que despues aparecia de entre las frondas con explicaciones tan peregrinas sobre su desaparición que jóvenes y mayores teniamos que tragar saliba para no reir. Después a solas vendrian las reprimendas de los padres de la chica y sin duda por nuestra parte los comentarios insidiosos.

Trás la experiencia convivida durante esos tres días se reafirmaban los sentimientos mutuos o se difuminaban ante la decepción, sintiendonos gozosos algunos de que la chica de nuestros sueños no hubiera sucumbido ante el que equivocadamente habia preferido como eventual pareja y aún quedaban esperanzas de poder entrar en su corazón.

viernes, 6 de marzo de 2009

PECADILLOS QUE QUEREMOS IGNORAR

Esos viejos y desgastados resortes que, por herencia de nuestros ancestros, tenemos engastados en no se que rincón de nuestra mente y que mueven nuestros impulsos negativos, predisponiendonos en contra de algo o de alguien, por el solo hecho de que hemos decidido adoptar esa postura, no sé por qué maraña de juicios preconconcebidos que no tienen fundamento, son la semilla que desata la injuticia, el odio, la envidia, el rencor y todas las bajas pasiones de este mundo.
Despreciamos todo aquello que, aún estando bien, nosotros creemos que lo habriamos hecho mejor, pero que pocas veces analizamos, con conocimiento de causa, si las mejoras que presumimos que pudieramos aportar son factibles o si las consecuencias negativas que nuestra aportación, aparentemente optima, acarrearia si se llevase a cabo. Si antes de criticar hicieramos un analisis a conciencia probablemente ya no lanzariamos nuestra negativa crítica.
Nos molesta que una persona que no nos agrada por su aspecto, por su falta de elegancia, incluso por su defecto físico esté por encima de nosotros en el escalafón, cuando nos cremos por encima de él en esos y otros atributos que de forma presuntuosa nos hacen sentir que tambien somos superiores en cuanto a
preparación, conocimientos y demás virtudes vinculadas al cargo, sin tener en cuenta los años que lleva nuestro superior en la empresa y los meritos que habrá derrochado para llegar a ese puesto de relevancia arrastrando esas peculiaridades que tanto nos molestan y que seguro fueron un handicap a lo largo de su carrera. Pero lo peor es que tambien nos molesta que haya personas que no nos agradan por cualquier nimiedad, ajena a su rendimiento y su preparación aunque estén a nuestras órdenes.
No concebimos que a los que que calificamos por su ignorancia como "no sabe hacer la o con un canuto" triunfen en la vida; despreciando olimpicamente otras virtudes que influyen en el éxito como son la constancia, el esfuerzo, el ahorro, el sacrificio...
Recuerdo un amigo que tenia un negocio puerta con puerta con el mio, con el que solia coincidir al abrir, a las siete de la mañana y al cerrar, pasadas las doce de la noche. En una ocasión, al despedirnos me dijo: "Cabrera, si algún día triunfamos, la gente dirá ¡Que suerte han tenido esos!. Por desgracia ninguno de los dos triunfamos en esos negocios. Realmente no tuvimos suerte y ya se sabe que la fatalidad a veces resquebraja cualquier esfuerzo, pero la constancia nos hizo triunfar en otros.
La vida, si no se ceja, siempre pone a cada cual en en lugar que se merece. El tiempo que íntimamente dedicamos a lamentarnos es tiempo pérdido; si nos lamentamos a coro con otros presuntos perdedores, es otra pérdida de tiempo, pero si utilizamos como paño de lágrimas a los presuntos triunfadores, solo conseguiremos denigrarnos ante ellos, que se se sentiran reafirmados en su intuida superioridad y nos veran débiles y fracasados.
Desear lo que vemos a nuestro alrrededor no es sinonomo de envidia, considero que ese calificativo solo debe emplearse cuando odiamos que otros puedan disfrutar lo que nosotros no tenemos. Menospreciar ante los demás a los que están por encima de nosotros, aunque a otros pueda parecerles sobérbia, yo creo que es, encubiertamente, la mejor forma de manifestar la envidia.
A los triunfadores les molesta que se dé entrada a la palabra "suerte" como parte de su éxito, ¡pura vanidad!, la carencia total de suerte aniquila la posibilidad del éxito y muchos exitos, lamentablemente, dependen de la suerte. Benditos aquellos que su desgracia solo se debe a la falta de suerte, pero ojo, no hay que confundir ausencia total de suerte con inoperancia.Para que la suerte llegue a nuestro camino hay que estar en el camino y muy atentos para no dejarla pasar, por ello, aunque el exito pueda deberse unicamente a la suerte tampoco hay que menospreciarlo, porque para lograrlo hubo que estar antes muy atento al paso fugaz de aquella suerte. Pero ¡ hay de aquel !, que solo confia en la suerte.
El juzgar a los demás por una apreciación superficial y predisponernos en su contra por ese solo motivo, evidencia carencia de justicia en nuestros actos y la injusticia no es níngún galardon que pueda enorgullecernos. Cuantisimas personas sufren necesidad estando completmente preparadas para desarrollar un trabajo con eficiencia y no pueden acceder a el por el solo hecho de ser gordos, tuertos, o simplemente feos o porque su indumentaria que podria mejorar disfrutando de un salario, no puede mejorarse por la falta del mismo.
Recuerdo en cierta ocasión que fui a solicitar un documento al ya desaperecido Consulado de España en Barranquilla, me estaba atendiendo el Consul personalmente, muy atento por cierto, y en el coloquio informal que manteniamos me lamenté que hubiese habido un cambio de Gobierno en España en un momento en el que estabamos mejorando economicamente de forma ostensible. Curiosamente estas fueron sus palabras textuales: A partir de este momento usted está frente a mi. Ruego que recoja sus documentos y se dirija a mi secretaria. No se si vendrá o nó al caso esta anecdota, pero dice tambien mucho en cuanto a lo que nos puede predisponer en contra de una persona, aunque sea una verdad como un templo lo que se manifiesta sin ninguna animosidad, cuando deja en entredicho la eficiencia de los que representan nuestra ideologia politica, a pesar de que en nuestro fuero interno sepamos que tiene mas razón que un santo en lo que dice. Y así ocurre con todo lo demás: las creencias religiosas, el equipo del que es forofo, puede significar que una petición de trabajo sucumba en el olvido. Y no digamos en el caso de las féminas; el que sea madre soltera por poner un ejemplo, o soltera o casada o divorciada o gorda o baja o alta o cualquier cosa que nos moleste, puede ser causa de lo mismo. Todo lo demás no importa; sus inquietudes, su predisposición a dar lo mejor de si, su preparación para el trabajo a desarrollar, su cultura..., todo ello, queda empobrecido por la expontanea sinceridad de manifestar algo que aunque no sea irregular, a quien la juzga se lo parece, o porque el modelo físico no se ajusta a nuestros gustos o su estado nos mueve a lucubrar quien sabe que antecedentes; cualquier cosa puede no complacernos aunque no tenga nada que ver con el trabajo que pretende desarrollar. Tenemos el porvenir de una persona o de una familia en nuestras manos, unos manos que por cualquier juicio preconcebido y sin fundamento puede arrojar ese porvenir al cesto de los papeles.
Si alguien triunfa con honores reconocidos y recibe los galardones mas estimados y las mejores críticas, pero nosotros ya teniamos nuestro propio criterio, este es el que prevalece y además nos molesta que los demás no coincidan con nosotros sin querer aceptar que quizás nos hayamos precipitado en nuestro juicio. Ahí es donde la soberbia se transforma en envidia, porque no es que queramos gozar de un triunfo similar, que no corresponde siquiera a nuestra actividad, sino porque odiamos que esa persona, a la que ya habiamos descalificado, haya podido alcanzarlo. Creemos saber todo lo que son los demás con una simple entrevista; por la simple impresión que nos causó al sernos presentado o por la forma en que nos dá los buenos días y aún viendo por la opinión de los demás que podemos estar equivocados no queremos cambiar de criterio, "esto si es sobérbia".
Nuestros sentimientos se ajustan a un baremo no se por quien establecido, en el que todos coincidimos y es curioso que en un mismo caso, siendo siempre identica la esencia del problema, se magnifique o se denigre a nuestro antojo según las circunstancias. Leí hace poco un post en el que una jovencita se veia obligada a vender su cuerpo y cuando regresaba a su casucha se sentia sucia y desdichada. Nuestro sentimiento de ira y de impotencia surgia a flor de piel ante tanta injusticia, imaginando su cuerpo ultrajado por sabe Dios que manos, mientras ella ahogaba sus sollozos. Si en la descripción de la misma señorita se hubiese hablado de que un cliente enamorado le habia puesto un piso en lo mejor de Madrid y sus ingresos mensuales superaban lo que en un año percibe un obrero estoy seguro que a nadie le habria importado quien le pusiera las manos encima, aunque en esencia lo que nos inducia a rebelarnos era igual en ambos casos. Y lo cierto es que existen unos casos y otros, quizás mas los segundos que los primeros, porque la prostitución dá para mucho, pero es mas hermoso y edificante entristecernos ante ella, considerando victimas a quienes en ella incurren a pesar de que se estén enriqueciendo y dudo que ahoguen ningún sollozo bajo las sábanas. ¿Que mueve entonces nuestra lástima? ¿El que vendan su cuerpo? o el que lo hagan y no salgan de la miseria. A mi me entristece en contados casos esa primera vez si la causa justifica el hecho. La reincidencia me resulta menos penosa y la dedicación seca mis lágrimas. Como es natural, me refiero a quienes practican este deporte por su propia voluntad ya que hay algunos casos, menos de los que creemos, pero con solo uno, mas que los que debieran, que son harina de otro costal y sobre ellos si que debia caer el firme brazo de la ley.
¿Que quiero decir con todo esto? Muy sencillo, tan solo que a veces desperdiciamos muchas lágrimas que deberiamos verter por los que luchan por sobrevivir dignamente y encuentran nuestro rechazo generalizado por todas esas cosas que he venido diciendo a lo largo de este post y que aunque podemos decir que no las aceptamos cuando vienen de los demás, nosotros tambien las realizamos, quizás sin darnos cuenta.
Lloremos por esa inmensa legión de seres que tras conseguir una cita para un supuesto trabajo para el que están completamente preparados y pueden rendir como el primero, les dá miedo acudir sabiendo de antemano que van a ser rechazados con cualquier excusa, sabiendo que en realidad es por ser cojos, o tuertos, o tartamudos o gordos o simplemente feos. y si somos nosotros lo que tenemos que decidir pongamos freno a esos impulsos negativos que tanto daño hacen; todos debemos tener una oportunidad en la vida, no se la neguemos a nadie.
Si estas consideraciones, cuya verdad creo podemos comprobar contestando a un test confeccionado por nosotros mismos, sirve para que al menos intentemos en lo posible no caer en la trampa de nuestra vanidad o de nuestro incomprensible rechazo podremos salvar el destino de muchos desgraciados que ya dudan de si mismos ante el desprecio y la incomprensión de los que permanecemos ajenos a sus miserias pero si las tenemos muy en cuanta cuando les negamos un trabajo.

jueves, 5 de marzo de 2009

¿QUE SERIA DE MI SIN SU PRESENCIA?

Si con ella no puedo compartirlos
ya no quiero ni el cielo ni la tierra.
Yo no sé ya mirar mas que a sus ojos,
los mios solo sirven para verla.
Y si no es para hablarle o para oirla
¿Para qué mis oidos y mi lengua?
¿Que podria tocar con estas manos
que me eleve hasta donde ella me eleva?
¿Que perfume podria trasmitirme
el sutil aroma que en mi cuerpo deja?
¿Que haria al despertar, de amor henchido,
si a mi lado ya nunca la tuviera
y no pudiera ver sus ojos negros
ni pudiera acunarme entre sus piernas,
ni pudiera gozar de ese reflejo
de pasión que en sus ojos se refleja,
ni ya pudiese acariciar sus senos
que parecen colinas que se elevan
esperando que mis dedos suaves
la socaben con mis caricias tiernas?
¿A quien le contaria mis proyectos?
¿o mis dulces ensueños o mis penas?
¿De que me servirian otras voces
que ni escucho, ni oigo, ni me llegan.
Solo quiero, el "te quiero" de sus labios
cielo, tierra, mar y sol que mi alma llenan.

martes, 3 de marzo de 2009

RELATOS QUE PUDIERON SER CIERTOS nº 9

Haciendo alusión a la última entrada de JuanRa Diablo, MI HIJO, y despues de hacerle mi comentario en su blog, que por cierto se las trae, acudió a mi recuerdo una chirigota de las muchas con las que nos obsequiaba, con su siempre alegrisimo caracter, mi cuñado Antonio Olaya, q.e.p.d. y que aunque parezca que no tiene trascendencia, la tiene y mucho, hasta el punto de que quizás nos haga reflexionar un poco en cuanto a nuestra actitud en esta vida.
Me he tomado ciertas licencias ya que el tema corresponde a un chiste que casi seguro se inventó, como era habitual en él y yo he querido rescatar el transfondo del mismo convirtiendolo en un relato que bien podria ser cierto.
"Había un monje, Santo hombre de Dios, muy meticuloso en su quehacer y entregado totalmente a la Oración y a la Caridad a través de su consejo. Siempre se ajustaba estrictamente a cada situación, sin generalizar y teniendo siempre en cuenta todas las circunstancias que concurrían, según el caso, con una escrupulosidad asombrosa.
Su vida transcurría en piadosa convivencia con otros muchos monjes que acudían también a él para resolver cualquier clase de dudas que les surgían, dando luz a todas ellas con tal acierto y sabiduría que aunque su jerarquía en la congregación era igual que la de sus demás compañeros, fue revestido por ellos de un halo que le elevaba, aunque fuese informalmente, a una jerarquía superior.
Nunca se le subieron a la cabeza los parabienes de sus compañeros ni los de los laicos, que de todas partes acudían para beneficiarse de sus sabio consejo y para resolver sus dudas.
A través de los años su sabiduría fué creciendo en consonancia a su hermosísima barba, ya blanca por la edad y que le llegaba por debajo del cíngulo. Los pocos asuetos de los que disponía los empleaba en la lectura de la Biblia y de otros libros eclesiásticos, no dejando de dar un repaso también al Código Civil para estar impuesto en cualquier cuestión que pudieran plantearle los que a él acudían, pero siempre dejaba algo de tiempo para cuidar y atender su hermosa barba que era como una prolongación de si mismo y casi su única compañía; las miguitas de pan que quedaban ocultas en su maraña de pelo, eran una distracción para él, que en sus ratos libres, haciendo incursiones con sus dedos pulgar, índice y corazón las localizaba y las iba depositando en un pequeño plato de aluminio que después situaba en el alféizar del ventanuco de su celda donde acudían los pajaritos a comerlas. Era ínfimo el manjar en cantidad pero no por eso dejaba de ser una forma de colaborar con la naturaleza. También jugaba con ella en sus lecturas y era característico, el que la sujetase casi en su totalidad con una mano y después con la otra, dejando que se deslizasen ambas por su propio peso, cuando la duda que estaba tratando de resolver estaba algo enrevesada.
Un día, uno de esos ignorantes socarrones que no ponen freno a su curiosidad metiéndose en la vida de los demás, acudió acompañando a su hermana que quería resolver una duda y el capuchino en un plis plas le dio la solución, preguntando:
¿Tienen ustedes alguna otra duda que quieran aclarar?...
Al acompañante, que además de los calificativos que ya le puse debía "faltarle alguna primavera", no se le ocurrió otra cosa que preguntarle ¿HERMANO, CUANDO TE ACUESTAS A DORMIR DONDE PONES LA BARBA, BAJO O FUERA DE LA SABANA?. El monje sonrió con humildad y dando por terminada la entrevista se retiró a su celda.
No había sopesado todavía el alcance de tal pregunta y la consideró como una irreverencia sin importancia dada la ignorancia de aquel cafre, pero cuando se dispuso a dormir, tras echarse en el camastro, no supo de que forma taparse: si dejaba la barba fuera no le parecía que fuera ese su lugar y si dentro tampoco le parecía lo de costumbre. Mucho tuvo que reflexionar en las pocas horas de descanso de las que disponía, metiendo la barba y sacándola de debajo de la sábana hasta que tuvo que acudir a los Maitines, con ojeras y desasosegado, dándose todos cuenta de que en vez de acariciar sus barbas de la forma que describí cuando la solución de una duda estaba enrevesada, se las mesaba sin siquiera parpadear, tal era la obsesión que se había apoderado de su mente. Una mente hasta ese día imperturbable por la paz de su espíritu, capaz de sacar de dudas a todos los demás y que ahora, para él mismo, no le alcanzaba ni para resolver la incógnita de si su barba debía estar dentro o fuera de las sabanas.
¡Cuanto desconocemos de nosotros mismos! aunque sean cosas que repetimos de forma habitual; Actuamos generalmente por una inercia no programada que puede hacer daño a los demás, incluso a nosotros mismos, sin siquiera darnos cuenta, no ya solo del como y el por qué lo hacemos, sino sin siquiera darnos cuenta de lo que hacemos.

lunes, 2 de marzo de 2009

YO NO SOY UNA PUTA

Estaba todavía afectado por la experiencia vivida con la Princesa de Panamá cuando recordé que solo llevaba en mi cuerpo media arepa y el café con leche de mi desayuno; la cena anterior había consistido en medio sandwich de queso y jamón que no llegué a terminarme. No bromeo si digo que me preocupaba muchísimo mi inapetencia y podéis dar por sentado que comía para vivir y ni eso, ya que después de una ingesta tan escasa durante tantas horas, me senté en el restaurante de la planta baja del Hotel Venecia, situado en la Avenida de Perú y me limité a mover la comida de un lado a otro logrando ingerir tan solo unos trocitos de carne y parte de la ensalada.

 Estaba en estos menesteres cuando apareció mi amigo del consulado que venia a presentarme una amiga.
Una belleza de piel dorada peinada a lo afro, con cientos de trencítas del grosor de un espagueti que surgiendo de su galea aponeurotica se deslizaban hasta llegar a la mitad de su torso. Cuando relato situaciones como esta doy la impresión y lo se porque me lo han dicho, de que estoy presumiendo y aprovecho por vigesima vez la ocasión para aclarar que salvo casos excepcionales, para mi estas cosas no son motivo de presunción, maxime con este tipo de damas y que las describo, exclusivamente, para justificar en cierto modo mi debilidad. No obstante, para no herir ciertas susceptivilidades haré un recorte en su descripción y me limitaré a decir que su presencia podia hacer cambiar cualquier programa preconcebido. Sus formas eran exquisitas y su atuendo elegante, aún sin ser provocativo, hacia intuir un cuerpo de ensueño.

Era absurdo con mi experiencia, entablar una conversación convencional y como me sentia como esos conejos que despues de un largo periodo de carencia se le echa a su jaula una hembra en celo, sin mas preambulos le pregunté si queria subir a mi habitación. Se quedó extrañada ante mi pregunta y cual no seria mi perplejidad cuando muy seria y lastimada en su orgullo me contestó que ella no era una puta. Miré a mi mi amigo que muy sonriente y sin inmutarse lo mas mínimo, me dijo: deberías intentar enamorarla.

Si ya era reacio a tener una aventura y el decidirme fué entre otras cosas porque estaba en mi propio hotel y  la verdad es que tener que enamorarla me parecia comico teniendo en cuenta que todos los días me veo en el espejo y salvo que intuyera en mi valores que pudieran seducirla trás una larguisima conversación, las posibilidades eran muy pocas, máxime cuando yo no estaba dispuesto a pasar por esa prueba.

Mi amigo se levanto con una excusa y nos dejó solos.

Yo intuyo cuando estoy con una verdadera dama y como con esta no sentía esas vibraciones, le manifesté todo lo que os he dicho que pasó por mi pensamiento y agregué que mis horas en Panamá estaban contadas y era absurdo que iniciáramos un idilio, por lo que contando con la ventaja de que nos había presentado un mutuo amigo, en el que ambos confiábamos, no consideraba precisa una indagación mas a fondo sobre nuestras vidas.

 No sé si fue mi falta de interés o mi sinceridad lo que la convenció, lo cierto es que me dio el número de su celular y quedamos en vernos a las 8,00 P.M., adelantando que no podríamos hacer uso de mi hotel porque vivía en ese barrio y alguien podía verla entrar o salir y contarlo a su marido, circunstancia esta que yo desconocía, pero que ya era demasiado tarde para tenerla en cuenta.

Siendo las siete, la llamé y de nuevo, para mi sorpresa, me pregunto que pretensiones tenia yo con esa salida.

Aunque ya había sido lo suficiente elocuente en nuestro primer contacto, volví a repetirle lo que ya había quedado bien claro, pero ella para para incentivar mi supuesto deseo, volvió a decir que no era una puta y que si salia conmigo era solo para acompañarme. Añadiendo: "¿en el supuesto de que accediese a lo que me propones cuanto me vas a dar?"

Con todo el laconismo que me fue posible le contesté:  "nada", ¿acaso te voy a tratar como si fueras una puta?

- Hablemos claro, dijo, Vd. tiene que valorar que yo no soy una puta y ¿que menos que me dé cien dolares?. - Tú vales mucho mas, le respondí, pero lo dejaremos para otro momento. Como me fue reduciendo la tarifa hasta los 50 dolares, insistiendo en que era un regalo teniendo en cuenta "su condición", le dije recordando un chiste muy antiguo,: " No está mal el precio; la puta ya la tengo pero no me apetece tirar ese dinero" y corté la comunicación.

Es la única vez que he actuado así sin sufrir ningún trauma pseudo psiquico posterior. Me quedé, digamos..., complacido con mi decisión, aunque después de todo el tiempo pasado y recordándola mientras esto escribo, he de reconocer que me perdí un "bocato di cardinale"  y esta renuncia, a estas edades, no se si la debo enmarcar por lo poco o mucho que haya en ello de sublime o calificarla como la muestra mas elocuente de mi gilipollez.

Pero como, al margen de ciertas debilidades que solo me han arrastrado en casos en que la belleza estaba fuera de lo común y en los que las beldades realmente no eran profesionales, no quiero terminar esta historia sin hacer honor en justicia, a todas esas inógnitas bellezas que, por un módico precio, hacen posible que los feos, los deformados, los disminuidos, los impotentes, los tímidos, los tristes, los ignorantes y los rechazados, puedan tener en sus brazos una mujer hermosa con la que sentirse por un momento como los demás, siendo como es notorio que, si no fuera por ellas, jamás podrían haber tenido esa dicha, ya que dudo que las damas exquisitas, que realmente no son putas, jamás hubiesen permitido que acudiesen a ellas para calmar una sed de amor que el mundo les niega, salvo que sean herederos de una gran fortuna, en cuyo caso no creo que les falten candidatas. Creo pues que debo romper una lanza en favor de las que siempre están dispuestas a colmar de amor por un módico precio a quien lo precise, aconsejando que se acuda a ellas antes que al psiquiatra, cuyos honorarios serán sin duda mas elevados y los resultados mucho menos gratificante.

Espero que nadie se vaya a escandalizar porque haya dicho la verdad, toda la verdad y solamente la verdad.